El mandatario alertó al mundo sobre el peligro de una «escalada militar» que «afecte la paz y la estabilidad a toda América Latina y el Caribe».
El presidente de Bolivia, Luis Arce, expresó este jueves su preocupación por las acciones de la Administración de Donald Trump contra Venezuela, elevando una denuncia a la comunidad internacional por estos hechos, que EE.UU. ha justificado como parte de su lucha contra las drogas.
«No engañan a nadie; no se trata de una guerra contra las drogas, son acciones injerencistas y violatorias de la soberanía nacional», escribió Arce en su cuenta en X.
En primer lugar, el mandatario boliviano se refirió al despliegue de fuerzas militares y la realización de operaciones en el Mar Caribe, por parte de EE.UU., desde que en agosto pasado desplegó un amplio contingente en esas aguas, cercanas a las costas de Venezuela.
«Por si fuera poco, aviones bombarderos yanquis sobrevolaron el Mar Caribe en los límites del territorio venezolano, en un claro acto de amedrentamiento«, agregó al respecto.
A ello se le suma, indica Arce, que, «en un acto de flagrante violación al derecho internacional», el Gobierno estadounidense «confirmó que ordenó a la CIA llevar a cabo ‘operaciones encubiertas’ en Venezuela».
Alerta al mundo
Ante ello, Arce alertó «al mundo» sobre «el peligro de una escalada militar que afecte la paz y la estabilidad a toda América Latina y el Caribe». «¡Este territorio es y debe seguir siendo Zona de Paz!», enfatizó en su publicación.
El miércoles, el propio Trump confirmó que autorizó a la CIA operar en Venezuela y alegó «dos razones» para hacerlo. En primer lugar, porque considera que el país suramericano ha «vaciado sus prisiones» hacia EE.UU.; y, segundo, por el supuesto envío de «muchas drogas».
Al respecto, Caracas rechazó las declaraciones de Trump, que calificó como «belicistas y extravagantes», al admitir públicamente «haber autorizado operaciones para actuar contra la paz y la estabilidad de Venezuela».
Además de las operaciones de la CIA, desde septiembre pasado, efectivos militares de EE.UU. han atacado barcos pequeños en aguas del Caribe, cerca de Venezuela, con el alegato de que se trataba de ‘narcolanchas’ cuyo destino era el país norteamericano. Según sus propios datos, con la última operación, de la cual se informó el pasado martes, ascenderían a 27 las personas ultimadas en alta mar.
Acerca de ese despliegue y acciones en el Caribe, Caracas las ha calificado de «agresión» y ha cuestionado la verdadera razón de los operativos. El presidente, Nicolás Maduro, sostiene que Venezuela es víctima de «una guerra multiforme» orquestada desde EE.UU. El Estado venezolano, ha reiterado, está siendo objeto de una «agresión armada para imponer un cambio de régimen» y un Gobierno «títere», a fin de «robarle el petróleo, el gas, el oro y todos los recursos naturales».
Así como Arce, las operaciones en el Caribe han sido criticadas por mandatarios como Gustavo Petro y Lula da Silva, así como por las Naciones Unidas, al considerar que los bombardeos contra las embarcaciones se trataría de ejecuciones sumarias, contrarias a lo que consagra el derecho internacional.