Una nueva filtración masiva de datos expone los fallos en la ciberseguridad de un país de la OTAN

Nueve instituciones británicas fueron afectadas por los ataques. Además, se detectaron intentos por vender documentos militares secretos relacionados con el país y la OTAN, poniendo en riesgo la seguridad nacional.

Una grave filtración en la ciberseguridad del Gobierno del Reino Unido ha revelado cientos de contraseñas, lo que ha sembrado dudas sobre la capacidad de las autoridades británicas para combatir a piratas informáticos.

En concreto, más de 700 direcciones de correo electrónico y sus correspondientes contraseñas de nueve dependencias gubernamentales se difundieron en la ‘dark web’ en el último año, según un informe de NordStellar, una plataforma de gestión de exposición a amenazas que monitorea la Red oscura, a la que tuvo acceso este martes The Independent.

La institución más afectada fue el Ministerio de Justicia, seguido por el de Trabajo y Pensiones y el de Defensa. Además, se reportaron filtraciones menores en las carteras del Interior, Asuntos Exteriores, Transporte, el Parlamento, entre otras.

Infraestructura crítica y seguridad nacional en peligro

Incluso, se detectaron varios intentos de vender documentos militares clasificados del Reino Unido y relacionados con la OTAN a «malos actores», cuestión que los expertos advierten que podría socavar directamente la seguridad nacional.

En ese contexto, el reporte expone que el Gobierno británico tiene importantes brechas de vulnerabilidad en su estrategia de ciberseguridad. Esta situación lo convierte en «un objetivo principal para los ciberdelincuentes» y aumenta el riesgo de que información confidencial de los contribuyentes termine en la red oscura, se indica.

Vakaris Noreika, director de producto de NordStellar, indicó que se necesitan medidas urgentes para subsanar las deficiencias en seguridad ante el «peligro creciente» de mayores fugas. El experto explicó que las contraseñas filtradas podrían permitir a los piratas informáticos acceder a «sistemas críticos» como registros policiales, bases de datos o redes de infraestructura eléctrica o el suministro de agua.

Respuesta lenta ante un problema que crece

Por su parte, la Oficina Nacional de Auditoría británica notificó en un informe en enero que la respuesta del Gobierno era «lenta» en un momento en que es probable que se produzcan ataques a servicios públicos clave con regularidad.

No es la primera vez que se producen este tipo de ataques informáticos en el Gobierno británico. En 2022, se registró una de las mayores filtraciones de datos en la historia del país cuando un error habría dejado al descubierto una base con 33.000 registros de ciudadanos afganos colaboradores con las Fuerzas Armadas británicas o solicitantes de asilo y sus familiares.

 

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