El presidente Vladímir Putin declaró previamente que es «imposible» creer que Rusia prepare un ataque contra el bloque militar.
Los países miembros de la OTAN continúan alimentando la histeria sobre incidentes con drones no identificados y evalúan diversos escenarios para responder a las supuestas amenazas de Rusia, informó Financial Times este jueves citando fuentes cercanas al asunto.
Entre las medidas que contempla la Alianza Atlántica se incluye el despliegue de drones armados a lo largo de la frontera con Rusia y la flexibilización de las restricciones para los pilotos que patrullan el flanco oriental, lo que les permitiría abrir fuego contra aviones rusos que entren en el espacio aéreo aliado.
La OTAN también evalúa realizar maniobras militares en la frontera con Rusia. Previamente, la Alianza Atlántica anunció el reforzamiento de su misión Centinela Báltico —tras los incidentes con drones— y el lanzamiento del programa Centinela del Este para reforzar su flanco oriental.
El objetivo principal es optimizar las reglas de combate en el flanco oriental, según dos funcionarios de la OTAN. Mientras algunos países requieren que los pilotos de combate confirmen visualmente los objetivos antes de atacar, otros permiten abrir fuego basándose en datos de radar o la evaluación de la amenaza.
La ‘amenaza rusa’
Europa ha reactivado su narrativa antirrusa mediante una serie de acusaciones desde mediados de septiembre, cuando varios países reportaron incidentes con vehículos aéreos no tripulados. Polonia y Estonia se apresuraron a acusar a Rusia de violar su espacio aéreo con drones y aviones, respectivamente, sin proporcionar evidencias. Varsovia incluso amenazó con derribar cualquier avión o misil ruso que entre en su espacio aéreo.
Por su parte, el representante permanente adjunto de Rusia ante la ONU, Dmitri Polianski, denunció que Occidente, como de costumbre, «etiqueta a Rusia como enemigo sin molestarse en aportar hechos ni pruebas». «Y cuando las acusaciones resultan falsas, a nadie se le ocurre siquiera disculparse por difundir mentiras tan obvias«, criticó.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, advirtió que las «imprudentes e irresponsables» declaraciones de Occidente provocan «otra escalada muy significativa de la tensión» en la frontera rusa y son «peligrosas por sus consecuencias«.
A su vez, el presidente Vladímir Putin afirmó que las élites gobernantes de Europa continúan sumidas en la histeria de que «la guerra con los rusos está a la vuelta de la esquina». Cuestionó también que la mayoría de los ciudadanos europeos no comprenda por qué debe temer tanto a Rusia o sacrificar sus propios intereses y adoptar políticas que claramente los perjudican para confrontarla.
«¿De veras creen en lo que dicen, que Rusia se prepara para atacar a la OTAN? Y es imposible creérselo, aunque intentan convencer a su propia gente», declaró. «Cálmense, duerman tranquilos, ocúpense de sus propios problemas. Miren lo que está pasando en las calles de las ciudades europeas«, instó el mandatario ruso.