Vaticinan una Edad de Hielo en Europa por este proceso

«Lo que sabemos hasta ahora, con los pocos estudios que se han publicado, es que provocaría fenómenos meteorológicos más extremos, especialmente en Europa», comentó una investigadora.

Un enorme sistema de corrientes oceánicas rotatorias en el Atlántico Norte está actuando de forma muy inusual, posiblemente porque se está acercando a un punto de inflexión, según revela un estudio publicado el viernes en la revista Science Advances.

El giro subpolar del Atlántico Norte es un sistema de corrientes situadas al sur de Groenlandia que desempeña un papel fundamental en el transporte de calor al hemisferio norte.

Sin embargo, hay pruebas que sugieren que el giro subpolar ha ido perdiendo estabilidad desde la década de 1950, por lo que la circulación del giro podría debilitarse sustancialmente en las próximas décadas, según informan los investigadores.

«Es muy preocupante», declaró a Live Science la autora principal del estudio e investigadora posdoctoral en geografía física de la Universidad de Exeter (Reino Unido) Beatriz Arellano Nava. «Lo que sabemos hasta ahora, con los pocos estudios que se han publicado, es que provocaría fenómenos meteorológicos más extremos, especialmente en Europa, y también cambios en los patrones de precipitación a nivel mundial».

Se prevé un colapso en un futuro próximo para el giro subpolar del Atlántico Norte, que depende del hundimiento del agua superficial hasta el fondo del océano. Una cascada de agua densa en el centro del giro mantiene las corrientes giratorias en movimiento, explicó Arellano Nava. Sin embargo, el sistema también está impulsado en parte por el viento, por lo que es poco probable que se produzca un colapso total.

Pequeña Edad de Hielo

«El giro subpolar puede debilitarse de forma abrupta», explicó la investigadora. «Eso es lo que ocurrió durante la transición a la Pequeña Edad de Hielo, que tuvo lugar en los siglos XIII y XIV».

La Pequeña Edad de Hielo, que duró desde aproximadamente el año 1250 hasta finales de los años 1800 del siglo XIX, es uno de los periodos más fríos registrados en el hemisferio norte desde el final de la última glaciación. Las temperaturas medias descendieron hasta unos dos grados Celsius, lo que provocó la congelación de ríos y puertos en toda Europa y América del Norte durante el invierno.

Esta situación desencadenó crisis agrícolas y sumió a la sociedad medieval en el caos, según la revista The New Yorker. Aunque factores como las erupciones volcánicas y la reducción de la actividad solar contribuyeron a su inicio, se cree que el giro subpolar del Atlántico Norte desempeñó un papel importante en su intensificación.

Con el cambio climático, las condiciones actuales son muy diferentes a las del siglo XIII, por lo que los científicos no saben si es posible que se produzca otra Pequeña Edad de Hielo, según Arellano Nava. No obstante, describe algunos de los impactos climáticos que podrían avecinarse.

 

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