París, 6 oct. El primer ministro de Francia, Sébastien Lecornu, admitió hoy tras renunciar al puesto que las condiciones para gobernar no estaban dadas.
En un mensaje al país poco después de presentar su dimisión al presidente Emmanuel Macron, quien la aceptó, el político de 39 años consideró particularmente difícil la tarea asignada en el actual escenario.
Lecornu se convirtió con su salida de Matignon en el primer ministro más efímero de la V República, la cual inició en 1958, con apenas 27 días en el puesto.
En sus argumentos para explicar la renuncia, que se produjo solo horas después de que se conociera la composición de su Gobierno, acusó a algunas fuerzas de tener «ambiciones partidistas», que quitaron fluidez a la formación del Gabinete, casi igual que el que tuvo su predecesor, François Bayrou, derrocado en la Asamblea Nacional el 8 de septiembre.
La víspera, poco después de conocerse los integrantes del Gobierno, el ministro del Interior y líder de los conservadores, Bruno Retailleau, cuestionó el Gabinete, por no «cumplir con la ruptura prometida».
Retailleau convocó a sus correligionarios para una reunión de urgencia, paso interpretado como una amenaza con abandonar el cargo.
En otro momento de su comparecencia, Lecornu dijo que siempre mostró disposición al compromiso, pero que su voluntad no encontró una buena respuesta.
La renuncia del primer ministro disparó los reclamos de la oposición, con demandas desde la izquierda a la dimisión del presidente Macron y desde la extrema derecha a la disolución de la Asamblea Nacional.
