El feroz ataque de un ministro británico a Musk

El magnate mantiene una disputa con el gobernante Partido Laborista, cuyo Gobierno ha llamado a derrocar, y ha mostrado su apoyo a la formación ultraderechista Reform UK de Nigel Farage.

El secretario de Energía británico, Ed Miliband, acusó al magnate Elon Musk de ser una amenaza para el Reino Unido por su apoyo al partido derechista Reform UK, liderado por Nigel Farage.

Durante su intervención en una conferencia del Partido Laborista, Miliband acusó a Farage de ser «parte clave de una red global» que busca «destruir los lazos que unen a nuestras comunidades y nuestro estilo de vida». «Puedo resumir la amenaza en dos palabras: Elon Musk«, continuó.

Duras acusaciones contra Musk

El laborista acusó a Musk de incitar la violencia en las calles británicas. «Llama al derrocamiento de nuestro Gobierno electo. Facilita la desinformación a través de X«, exclamó. «¡Fuera de nuestra política y de nuestro país!», concluyó su encendida crítica contra el dueño de X, Tesla y SpaceX.

En el mismo evento, el primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, instó a sus partidarios a unirse para «luchar contra Reform» y sus políticas, en un momento en que el espacio derechista lidera las encuestas.

Al parecer, Musk no se inmutó ante las críticas de los laboristas y arremetió contra Starmer. «Starmer es un actor con la cabeza vacía. Otros le dan las palabras que debe decir», escribió el magnate este jueves en X. El comentario fue en respuesta a una publicación que cuestionaba las críticas realizadas por el primer ministro.

El enfrentamiento de Musk con los laboristas británicos

Musk mantiene una larga disputa con Starmer y el partido gobernante británico, la cual se originó a partir de los disturbios antiinmigrantes que tuvieron lugar a mediados del año pasado en Inglaterra e Irlanda del Norte.

El pasado mes, el multimillonario pidió la «disolución del Parlamento» y el cambio del Gobierno británico a través de una videoconferencia como parte de una manifestación de extrema derecha en Londres. Por su parte, un portavoz del primer ministro condenó los comentarios del magnate, aunque indicó que no se tenían planes de sancionarlo.

 

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