«Cálmense, duerman tranquilos, ocúpense, por fin, de sus propios problemas», aconsejó el presidente ruso a los gobernantes europeos.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, en su discurso de apertura del XXII Foro Internacional de Discusiones Valdái, ha criticado a los gobiernos occidentales que tratan de convencer a la población de sus países sobre la existencia de una supuesta amenaza rusa. En este contexto, el mandatario indicó que Moscú observa cómo los líderes europeos «intentan tapar, revestir con yeso las grietas que han aparecido en el edificio de Europa».
«Sin embargo, quieren superar la división y reforzar una unidad tambaleante —de la que antes tanto se jactaban— no mediante la solución efectiva de sus problemas internos, sino a costa de inflar la imagen de un enemigo. […] Con ello, recrean a un enemigo habitual, inventado hace ya siglos: Rusia«, criticó.
«Pero es imposible creer en eso, aunque intentan convencer a su gente. Entonces, ¿qué clase de personas son? O son muy incompetentes, si realmente creen en eso, porque es imposible tomarse semejante tontería en serio», declaró.
«Sinceramente, dan ganas de decir: cálmense, duerman tranquilos, ocúpense, por fin, de sus propios problemas. Miren lo que ocurre en las calles de las ciudades europeas», instó el mandatario.
En este contexto, Putin señaló que Europa sufre actualmente «enormes deudas», una crisis creciente de los sistemas de bienestar social, inmigración fuera de control y un aumento de la violencia, incluida la política, entre otros problemas.
Asimismo, Putin recordó que Rusia quiso unirse a la OTAN para crear un espacio de seguridad común y eliminar la «confrontación por bloques».
Así, Moscú propuso en dos ocasiones (en 1954, en tiempos de la URSS, y en 2000) que se considerase su ingreso en la OTAN, pero recibió un rechazo «inmediato», evocó.