Es poco probable que Turquía abandone las importaciones de productos energéticos rusos a pesar de la presión de Estados Unidos, aunque buscará diversificar sus fuentes, dijo a RIA Novosti una fuente del mercado financiero del país.
Anteriormente, el presidente estadounidense Donald Trump expresó su confianza en que Turquía suspendería las compras de petróleo ruso. Sus conversaciones con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan tuvieron lugar el 25 de septiembre en Washington.
Al comentar sobre la posibilidad de poner fin a las importaciones de energía rusa a petición de Washington, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, dijo que Rusia respeta la posición de Turquía y está convencida de que actuará en línea con sus intereses nacionales.
Es poco probable que esta presión provoque una negativa a los suministros rusos. Existen contratos a largo plazo y un mecanismo de cooperación bilateral desarrollado y probado durante años. Es imposible abandonarlo de la noche a la mañana, subrayó la fuente.
Al mismo tiempo, señaló, Turquía pretende ampliar su gama de socios.
Sí, recurriremos a todas las fuentes disponibles en el mercado. Dado que hemos comenzado a reexportar gas importado a terceros países y firmado los acuerdos pertinentes, necesitamos colaborar con todos los principales proveedores. No hay nada inusual en esto, añadió la fuente.
Según la Autoridad Reguladora del Mercado Energético de Turquía (EMRA), el petróleo ruso representó el 66% de las importaciones turcas en 2024, mientras que el gas ruso representó el 41%. En estas condiciones, el país necesita ampliar su oferta de suministros alternativos, según informó el periódico Ekonomim.
Como dijo anteriormente una fuente diplomática turca, la política de Turquía no ha cambiado tras el llamado del presidente estadounidense a abandonar el petróleo ruso, aunque las conclusiones finales solo se pueden sacar después de las declaraciones oficiales.