La arremetida de Petro por los ataques militares de Estados Unidos en el Caribe

Pese a sus cuestionamientos, el mandatario reiteró su interés en mantener conversaciones directas con su homólogo estadounidense, Donald Trump.

El presidente colombiano, Gustavo Petro, reiteró sus críticas al operativo militar estadounidense emprendido en el Caribe para, según afirma Washington, combatir a los cárteles de la droga, al considerar que la voladura de pequeñas embarcaciones pesqueras con disparos de misiles es contraria al derecho internacional y no apunta hacia la raíz del problema, que él ubica en la alta demanda de sustancias ilícitas en el país norteamericano, particularmente de fentanilo.

«¿Para qué lanzar un misil si se hubiera podido simplemente frenar y capturar a sus miembros? Eso es lo que yo llamo un asesinato porque: 1. Rompe el principio de proporcionalidad de la fuerza: un misil es mucho más que una pistola. 2. La operación se puede hacer con mucha limpieza sin que nadie muera, y eso es primero en cualquier acción del Estado. Y 3. [Al detener la lancha] capturas a las personas, sabes qué lleva dentro el paquete que llevan y si se trata de migrantes o si se trata de jóvenes asalariados del narcotráfico», sostuvo el mandatario en una entrevista aparecida este jueves en BBC.

Para reafirmar su punto de vista, llamó a recordar que «existe a nivel universal un principio del derecho internacional, que es el de la proporcionalidad de la fuerza». Ilustró su parecer comparando el lanzamiento de una bomba nuclear contra un ejército de soldados con fusiles y contrastó el método empleado por EE.UU. para frenar la actividad del narco con los procedimientos habituales en esa materia. «Nunca ha muerto nadie. No hay necesidad de matar», recalcó.

«Lanzar misiles sobre aguas que son de soberanía extranjera para EE.UU., es simplemente un acto de tiranía. Lo que está sucediendo ahí es una tiranía. No puedes saber si esos jóvenes son migrantes o asalariados de una mafia narcotraficante. Y en ninguna de las dos circunstancias tiene ningún derecho el señor [presidente de EE.UU., Donald] Trump a tirarles un misil cuando están en estado de indefensión», fustigó.

Los verdaderos narcotraficantes

En la misma línea, Petro insistió en que por lo general ni los campesinos cultivadores de hojas de coca, «ni la gente que transforma eso en cocaína, ni los que la transportan, son los verdaderos narcotraficantes», sino que los narcotraficantes reales tienen tras sí «una organización empresarial multinacional», que les permite gestionar, con sus equipos, «el transporte global de la droga, la manera como esa droga se convierte en dinero y cómo ese dinero se lava».

«Eso hace que no vayan en la lancha, que no estén en los campos de cultivos, que no estén en los laboratorios, sino que vivan en las ciudades de lujo, porque la cantidad de dinero que logran obtener les permite los mayores lujos del mundo», apuntó.

Sobre esa base, afirmó que Trump no está actuando correctamente para combatir el flagelo «porque desconoce la realidad del narcotráfico», incluso en su propio país, donde es el fentanilo –y no la cocaína– la droga que causa mayores estragos sobre la salud de sus ciudadanos, lo que, a su vez, deja sin efecto la afirmación de que son los países latinoamericanos, particularmente Colombia, los responsables de esa crisis.

«El fentanilo no proviene de la tierra, de los campos, de los vegetales. El fentanilo es un producto químico y, por tanto, sólo se puede hacer en un aparato industrial relativamente complejo, no en los campos de laboreo de la hoja de coca de Colombia. Eso significa que un porcentaje elevado —tanto de la oferta como de la demanda— de fentanilo en EE.UU. es autoproducción y autoconsumo. No necesita de lanchas, no necesita de aviones, en realidad. Se hace aquí mismo, aquí en Nueva York», argumentó.

«No somos súbditos»

El dignatario colombiano calificó las aseveraciones de Trump en materia de narcotráfico como «un asalto a la razón» –lo que valoró como «lo más peligroso»– e inscribió a su homólogo en «corrientes de pensamiento irracionalista» que «niegan la capacidad de la ciencia», como ocurre en el caso de la crisis climática. «Y, siempre, la sinrazón lleva a la violencia», advirtió.

Al ser consultado sobre la posibilidad de que Trump tuviera que enfrentar a la Justicia por los ataques desproporcionados a supuestas ‘narcolanchas’, aclaró que si se establecía que en esas acciones perecieron colombianos, las instituciones de su país están obligadas a abrir indagaciones penales por asesinato y los responsables de esas decisiones, fueran quienes fueran, serían entonces llamados a comparecer.

De otro costado, manifestó que no es su Gobierno el que está siendo aislado por la Casa Blanca, sino que es el mandatario estadounidense quien se está aislando a sí mismo, al mantener una postura donde no priva el respeto sino los insultos. Pese a ello, cifró sus esperanzas en que las conversaciones directas puedan servir para limar asperezas, en el marco de una relación entre iguales.

«No pueden pensar que los pueblos que somos hijos de [Simón] Bolívar nos arrodillamos. No somos súbditos. Le cortamos la cabeza al rey. Somos republicanos. Y, por tanto, aquí hablamos entre iguales. Creo que eso no lo ha entendido el señor [Trump]. Y cree mentalmente que somos súbditos, quizás porque muchos líderes latinoamericanos se sienten así: cipayos, súbditos, les da miedo hablar entre iguales. Yo no», completó.

 

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