El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, instó a los países europeos a que dejen de comprar la energía rusa.
Hungría seguirá importando petróleo y gas rusos a pesar de la presión ejercida por parte de EE.UU. y la Unión Europea (UE), declaró el ministro de Asuntos Exteriores del país, Peter Szijjarto.
En una entrevista a The Guardian publicada el martes, el alto cargo húngaro rechazó las exigencias del presidente estadounidense, Donald Trump, de que todos los países europeos deban renunciar a comprar la energía rusa.
«No podemos garantizar el suministro seguro [de productos energéticos] para nuestro país sin fuentes de petróleo y gas rusas«, afirmó Szijjarto, agregando que la cuestión del suministro de energía al país es «puramente física».
«Puede ser agradable soñar con comprar petróleo y gas de algún otro lugar [además de Rusia], pero solo podemos comprarlos donde contamos con la infraestructura«, aclaró, subrayando que sin los suministros rusos es «imposible» para el país garantizar el flujo de energía seguro.
Exigencias de Trump
Anteriormente, el mandatario estadounidense instó a que los países europeos dejen de depender del suministro energético proveniente de Rusia.
«Carta enviada por el presidente Donald J. Trump a todos los países de la OTAN y al mundo: ‘Estoy dispuesto a imponer sanciones importantes a Rusia cuando todos los países de la OTAN hayan acordado y comenzado a hacer lo mismo, y cuando todos los países de la OTAN dejen de comprar petróleo a Rusia'», aseveró.
Cabe resaltar que el Grupo MOL, propiedad estatal de Hungría, importa anualmente unas cinco millones de toneladas de crudo a través del oleoducto Druzhba (Amistad, en español), que también abastece a Eslovaquia.
La ruta se ha visto amenazada directamente en los últimos meses debido a los ataques del régimen de Kiev contra estaciones de bombeo y otras instalaciones, lo que provocó la suspensión del suministro de petróleo a Hungría y Eslovaquia.
Mientras, la semana pasada, Bloomberg reportó que la UE está considerando introducir restricciones comerciales al suministro de petróleo desde Rusia a Hungría y Eslovaquia a través del oleoducto Druzhba.
A diferencia de las sanciones —que pueden ser adoptadas únicamente con la aprobación de todos los Estados miembros del bloque—, las medidas comerciales solo necesitan el apoyo de la mayoría de los integrantes de la UE para poder entrar en vigor.
Desde Bratislava y Budapest han explicado que no son capaces de renunciar a los productos energéticos rusos, ya que esto afectaría a la población de sus países y su seguridad energética.