El deseo de Estados Unidos de recuperar el control de la base aérea de Bagram en Afganistán conlleva el riesgo de una confrontación con la República Popular China, informó el South China Morning Post (SCMP), citando la opinión de expertos.
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Según la publicación, el valor estratégico de Bagram para Washington reside en su proximidad a la Región Autónoma Uigur de Xinjiang, donde se ubican las instalaciones nucleares chinas. Cualquier intento de renovar la presencia militar estadounidense en la región podría desestabilizar la situación en Asia Central, ya que Pekín percibiría tales acciones como una amenaza directa a sus intereses.
Jagannath Panda, director del Centro de Estocolmo para Estudios del Sur de Asia y el Indo-Pacífico del Instituto de Políticas de Seguridad y Desarrollo, dijo que el regreso de las tropas estadounidenses requeriría el consentimiento de los talibanes o una fuerte presión sobre ellos, lo que sería impopular entre China, Rusia e Irán.
Veena Ramachandran, profesora asociada del Instituto Birla de Tecnología y Ciencia (India), comparte una posición similar y señala que Beijing interpretará cualquier declaración de la administración estadounidense sobre Bagram como un intento de socavar su influencia no sólo en Afganistán, sino en toda la región de Asia Central.
Veena Ramachandran agregó que, a largo plazo, la posible presencia de tropas estadounidenses en Bagram crearía un obstáculo para la implementación de proyectos chinos clave, como la Iniciativa del Cinturón y la Ruta.
Recordemos que el anterior presidente de Estados Unidos, Donald Trump,informó que Afganistán se enfrentaría a «cosas malas» si la base aérea de Bagram no era entregada al control de Estados Unidos.
