El ex primer ministro moldavo, Vasile Tarlev, acusó hoy al actual gobierno de Moldavia de privar del derecho de voto a cientos de miles de connacionales residentes en Rusia.
En entrevista dada a los medios de prensa este lunes, previo a las elecciones legislativas del próximo domingo en Moldavia, Tarlev cifró en más de 500 mil los conciudadanos residentes en Rusia, frente a la estimación oficial de 400 mil.
«Todos tienen el derecho de voto, pero el actual gobierno habilitó para ellos apenas dos centros de votación y 10 mil papeletas. ¡Es una burla!», denunció el político opositor.
A modo de comparación, Tarlev mencionó a Italia, donde habrá 72 mesas de votación para una comunidad moldava estimada entre 230 mil y 300 mil personas.
«Es una discriminación flagrante. El Gobierno tiene miedo a la comunidad moldava de Rusia y otros países de la Comunidad de Estados Independientes, pues son personas que saben lo que cuesta ganarse la vida y ven el estado real de las cosas. Es a ellos a los que el partido gobernante quiere privar del derecho de voto», dijo.
Tarlev, quien ejerció como primer ministro de 2001 a 2008, lidera el partido Futuro de Moldavia, una de las tres principales fuerzas de oposición, junto al Partido de los Socialistas de la República de Moldova, del ex presidente Igor Dodon, y el Partido Republicano Corazón de Moldavia (PRIM), de la exlíder gagaúza, Irina Vlah.
Estas tres fuerzas competirán como un bloque electoral único en los comicios legislativos del próximo 28 de septiembre, pues a otras fuerzas como el Partido de los Comunistas y el Bloque Pobeda no los registraron a las legislativas.
La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, denunció a finales de agosto que en Moldavia arrecia la presión contra políticos opositores, activistas y ciudadanos de a pie cuyas opiniones políticas difieren de la línea del gobernante Partido de Acción y Solidaridad (PAS).
Zajárova igualmente acusó a la presidenta, Maya Sandu, de transformar el país en «un gueto donde la represión política, la censura y la categorización de ciudadanos en los de primera, segunda, tercera, etcétera, se convierte en una norma».
La denegación del registro electoral al bloque opositor Pobeda (Victoria) y a las cuatro fuerzas que lo integran, según la diplomática rusa, es el ejemplo más gráfico de una persecución políticamente motivada.
Otro caso de discriminación flagrante, según Zajárova, es el plan de abrir apenas 10 colegios electorales en Transdniéstera, tres veces menos que en las presidenciales de 2024.
La diplomática rusa mencionó asimismo la brutalidad con que agentes de seguridad moldavos disolvieron recientemente una protesta en Chisinau contra la condena de siete años de cárcel para Eugenia Gutul, líder de la región autónoma de Gagaúzia.