Los procesos están envueltos en la tensión regional generada por las reforzadas políticas injerencistas del presidente de EE.UU., Donald Trump.
En la recta final del año, América Latina y el Caribe enfrentarán cuatro elecciones presidenciales que serán cruciales porque redefinirán el mapa político de la región, en medio de la militarización impulsada por EE.UU. y la amenaza de una mayor injerencia en los asuntos internos de lo que Washington denomina su ‘patio trasero’.
La agenda electoral prevé que el próximo 19 de octubre se realizará la segunda vuelta electoral en Bolivia. El 15 de noviembre será el turno de las presidenciales de Haití, aunque están marcadas por la incertidumbre. El 16 de noviembre se votará en Chile y, por último, el 30 de noviembre en Honduras.
Los cuatro procesos están envueltos en la tensión regional generada por las reforzadas políticas injerencistas del presidente de EE.UU., Donald Trump, quien con el pretexto de la guerra contra el narcotráfico ha militarizado parte del mar Caribe y ha realizado operativos no aclarados, que incluyen ejecuciones sumarias, lo que ha escalado la tensión tras las constantes agresiones de Washington contra Venezuela.
La estrategia de la Casa Blanca es avalada por los partidos de derecha y ultraderecha, así que los eventuales triunfos de los candidatos de estas fuerzas en elecciones latinoamericanas podrían ser favorables para los intereses de EE.UU.
Otro factor que rodea el clima electoral en la región son los crecientes procesos judiciales y condenas en contra de expresidentes de todos los signos políticos, desde Cristina Fernández de Kirchner (Argentina) hasta Álvaro Uribe (Colombia) y Jair Bolsonaro (Brasil).
Bolivia: fin de ciclo
La segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Bolivia se realizarán el 19 de octubre y representarán el fin de las dos décadas del liderazgo político del Movimiento al Socialismo (MAS), que encabezaron Evo Morales (2006-2019) y Luis Arce. Este último entregará el poder a su sucesor el 8 de noviembre.
Durante la primera vuelta, que se llevó a cabo el pasado 17 de agosto, el candidato del MAS, Eduardo del Castillo, solo obtuvo el 3,1 % de los votos.
De este modo, la contienda se centra entre el senador Rodrigo Paz Pereira, candidato del Partido Demócrata Cristiano (PDC) que ganó de manera sorpresiva la primera vuelta con 32 % de los votos; y Jorge ‘Tuto’ Quiroga, de la Alianza Libre (AL), quien se alzó con el 26 %.
Paz Pereira, de 57 años, proviene de una familia de estirpe política, ya que es hijo del expresidente Jaime Paz Zamora (1989-1993) y sobrino nieto de Víctor Paz Estenssoro, quien fue cuatro veces mandatario en distintos períodos, entre 1952 y 1989.
Nacido en España debido al exilio de su familia, el senador conservador es un economista con una maestría en Gestión Política en EE.UU., que comenzó su carrera política en Bolivia en 2002. Luego fue electo alcalde de Tarija.
‘Tuto’ Quiroga, por su parte, es un ingeniero y administrador de empresas de 65 años y militante de la derecha que ejerció la presidencia interina (2001-2002), luego de que Hugo Banzer dejara el poder por un diagnóstico de cáncer.
Quiroga era su vicepresidente, un rol que le ha valido múltiples cuestionamientos, ya que Banzer encabezó una dictadura de 1971 a 1978, aunque después llegó al poder a través del voto.
Haití: ¿habrá elecciones?
El país más empobrecido de la región y que padece una grave crisis humanitaria, tiene en agenda las elecciones presidenciales para el 15 de noviembre. Si ningún candidato supera el 50 % de los votos, habrá una segunda vuelta en enero y, finalmente, el presidente electo asumirá el 7 de febrero.
Pero la apertura de las urnas no es segura. De hecho, no hay campañas en marcha, ni candidatos postulados. Si los comicios llegaran a realizarse, serían los primeros en una década en el país caribeño. Los últimos se llevaron a cabo entre 2015 y 2016.
La endeble democracia se terminó de quebrar en 2021 con el asesinato del entonces presidente Jovenel Moïse. Hoy, ni siquiera funcionan los poderes Legislativo y Judicial.
Laurent Saint-Cyr, titular del Consejo Presidencial de Transición, trabaja a marchas forzadas en medio del clima de violencia de las pandillas que controlan gran parte del país. Cuando asumió, advirtió que las elecciones eran una prioridad. También se comprometió a reforzar la seguridad, relanzar la economía y revisar la Constitución.
Chile: izquierda vs. ultraderecha
El 16 de noviembre, 15,7 millones de chilenos están convocados a votar en las elecciones presidenciales en las que participan ocho candidatos. Si ninguno obtiene ese día el 50 % más uno de los votos, habrá una segunda vuelta el 14 de diciembre. El o la ganadora asumirá el poder el próximo 11 de marzo, de manos de Gabriel Boric.
Las encuestas son lideradas, con paridad en intención de voto, por Jeannete Jara, la abanderada de la coalición oficialista y progresista Unidad por Chile; y el ultraderechista José Antonio Kast, del Partido Republicano.
Jara, una abogada de 51 años y militante del Partido Comunista, formó parte del gabinete de Boric como ministra del Trabajo y Previsión Social. Antes ejerció como subsecretaria de Previsión Social (2016-2018) durante uno de los gobiernos de Michelle Bachelet.
Esta es la primera vez, desde que en 1990 Chile recuperó la democracia, que el Partido Comunista logra instalar a una candidata en la carrera al Palacio de la Moneda. Lo hizo gracias al triunfo de Jara en las internas que el oficialismo y partidos de izquierda y progresistas realizaron en junio, y en las que ella arrasó con 60,3 % de los votos.
Por el contrario, la derecha y la ultraderecha han decidido ir por separado. El abanderado de los conservadores radicales es Kast, un abogado de 59 años que defiende la dictadura de Augusto Pinochet, es aliado de Jair Bolsonaro, Javier Milei y Donald Trump, y que ya compitió dos veces por la presidencia.
En 2017, Kast quedó en cuarto lugar con el 7,9 % de los votos. Cuatro años más tarde logró pasar a la segunda vuelta, pero perdió frente a Boric. Ahora apuesta a que la tercera será la vencida.
Honduras: oficialismo lidera
En las presidenciales de Honduras previstas para el 30 de noviembre, los ciudadanos elegirán al sucesor o sucesora de la presidenta Xiomara Castro, quien el 27 de enero de 2026 terminará una gestión de cuatro años.
Como en este país no existe la segunda vuelta, todo se definirá por mayoría simple de votos entre las cinco candidaturas registradas, entre las cuales destacan dos. Las encuestas ubican en una cómoda posición de líder a Rixi Moncada, candidata del izquierdista y gobernante Partido Libertad y Refundación (Libre), quien cuenta con simpatías electorales del 50 %.
En un lejano segundo lugar, con el 26 % se ubica Salvador Nasralla, del centrista Partido Liberal. Es un ingeniero y conductor televisivo que ejerció como primer delegado presidencial de la República (equivalente a vicepresidente) durante la mayor parte del Gobierno de Castro, pero renunció a mediados del año pasado. Esta es su tercera postulación presidencial, ya que primero participó en los comicios de 2013, en los que sacó un 13,4 %, pero en 2017 aumentó su caudal hasta un 41 %.