«Es el presidente, no el emperador del mundo»: el aguijonazo de Lula a Trump

El mandatario brasileño aseveró que le interesa «mantener una relación civilizada» con Washington.

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó este miércoles que, si hubiera ocasión, está dispuesto a conversar civilizadamente con su par estadounidense, Donald Trump, en el marco de la Asamblea General de la ONU que comenzará la próxima semana en Nueva York, aunque recalcó que el político republicano es solo el presidente de EE.UU. y «no es el emperador del mundo».

«He estado en la ONU muchas veces, y hay presidentes con los que me reúno y otros con los que no, y con Trump será igual. […] Si pasa por mi lado, lo saludaré porque soy un ciudadano civilizado. Hablo con todo el mundo. Le doy la mano a todo el mundo. Nací en la política negociando. No tengo ningún problema personal con el presidente Trump. Lo único que sé es que es el presidente de EE.UU., no es el emperador del mundo. Lo único que quiero de él es que tenga una relación civilizada con Brasil, y que Brasil tenga una relación civilizada con él», dijo Lula en una entrevista con la BBC al ser preguntado sobre el tema.

En la misma línea, aseguró que, si era necesario «negociar de inmediato» con el político republicano, lo haría sin ningún inconveniente, pero a cambio exige que «Brasil sea tratado con respeto» lo que, hasta ahora, no ha sucedido.

«Después de que enviamos una carta pidiéndoles que decidieran si aceptaban o no nuestras propuestas, publicaron el impuesto en la prensa brasileña. Esto es inaceptable. Un impuesto basado en mentiras que dicen que no podemos regular a las grandes tecnológicas estadounidenses. Nadie regulará a las grandes tecnológicas en EE.UU. Lo que sí regularemos son las grandes tecnológicas que operan en Brasil, que es lo que todo el mundo debe hacer», ilustró.

Diferencias con reconocimiento

Da Silva no escatimó esfuerzos en marcar distancia con Trump, al señalar que «su comportamiento es muy perjudicial para la democracia» y acusarle de haber «negado» lo que habitualmente se reconoce «como respeto a las instituciones democráticas mundiales». «Se ha comportado muy mal y ha apoyado a personas antidemocráticas en todo el mundo», afirmó.

Pese a ello, recalcó que estas diferencias «no afectan la relación de Brasil con EE.UU.», porque «dos presidentes de dos países no necesitan estar ideológicamente alineados» sino «tener responsabilidad presidencial».

«Él es presidente de un país y yo de otro. La relación entre jefes de Estado no tiene ideología. Lo que importa son los intereses de quienes representamos. He tenido relaciones con todos los primeros ministros de Inglaterra sin ningún problema. Me da igual si son de derechas o de izquierdas. Me importa si es primer ministro, si tiene voto. Mi relación con Trump es la misma», abundó, para luego destacar que Trump fue electo por el pueblo estadounidense y es su deber relacionarse con él.

«Y él tiene que relacionarse conmigo. Puede que simpatice con Bolsonaro, pero yo soy el presidente. Tiene que negociar con Brasil. Así es como se comportan dos jefes de Estado», añadió.

Relación civilizada

Apuntó asimismo que su país «tiene una historia» y llamó a recordar que el último conflicto bélico en el que se vio implicado se remonta a «hace casi 200 años» contra su vecino Paraguay. En su lugar, dijo, solo le interesa «mantener una relación civilizada con los estadounidenses», pese a que la mano de Washington estuvo detrás del golpe de Estado de 1964, en el que militares expulsaron del poder al presidente João Goulart.

«Las declaraciones que veo de algunos portavoces son irrespetuosas con un país soberano. Justo ahora, un ciudadano [el secretario de Estado, Marco Rubio] dijo que aumentarán las sanciones contra Brasil y revocarán las visas de los jueces de la Corte Suprema brasileña», comentó, a propósito de las represalias anunciadas por Rubio tras conocerse la sentencia a 27 años de cárcel contra el expresidente Jair Bolsonaro por liderar una trama golpista.

 

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