Su argumento es que no tiene constancia de que el país hebreo haya violado la Carta Olímpica, por lo que blinda su presencia en el deporte mundial.
El Comité Olímpico Internacional (COI) ha rechazado excluir a Israel de las competiciones deportivas internacionales, a pesar de las presiones que recibe en los últimos meses.
La polémica se ha gestado durante los casi dos años de la ofensiva militar israelí en Gaza, que ha dejado un saldo de más de 65.000 muertos. La cuestión de fondo es el doble rasero de la organización, que decidió expulsar a Rusia tras el inicio del conflicto con Ucrania en febrero de 2022, pero no ha tomado acciones contra Tel Aviv.
Según un comunicado enviado a la agencia EFE y recogido por elDiario.es, el COI sustenta su decisión al afirmar que los comités olímpicos de Israel y Palestina están reconocidos y gozan de los mismos derechos. En este sentido, asegura que los atletas de ambas naciones convivieron pacíficamente en la Villa Olímpica durante los Juegos de París 2024.
En esa línea, afirma que los comités olímpicos de las dos naciones cumplen con las normativas, por lo que no puede imponer una sanción «carente de sustento legal».
Presión internacional
El comité diferencia la situación de las acciones tomadas contra Rusia, bajo el alegato de que la suspensión se debió a que ese país se habría anexionado organizaciones deportivas en territorios ucranianos, lo que para el organismo deportivo internacional constituye una supuesta violación a la integridad territorial.
Sin embargo, el COI no ha encontrado acciones que justifiquen una sanción contra Israel, que ocupa territorios palestinos, bombardea a la población civil y ha lanzado esta semana una ofensiva terrestre masiva contra la ciudad de Gaza.
Así, en el caso de Israel, el Comité insiste en que debe mantener la «neutralidad» sin inmiscuirse en conflictos que no infringen sus estatutos. De este modo, el país hebreo tiene garantizada la participación hasta que no se constate una «violación directa» de la Carta Olímpica.
La presencia de Israel en el ámbito deportivo no ha sido vetada por federaciones deportivas ni organizadores de competiciones, aunque la presión popular se ha hecho más que visible en algunos encuentros.
Recientemente, en la Vuelta ciclista a España, las protestas propalestinas se extendieron por los 21 días que duró la competición, con el objetivo de denunciar la presencia de un equipo propiedad de un millonario sionista. Las imágenes de las manifestaciones dieron la vuelta al mundo y lograron la suspensión de varias etapas.