Una condena que no ‘entierra’ al bolsonarismo: ¿cómo se reagrupa la derecha brasileña?

Su apellido marcará el camino de la oposición de cara a las presidenciales de 2026.

Casi una semana después, la condena histórica contra el expresidente brasileño, Jair Bolsonaro, todavía acapara la atención en Brasil, especialmente en la derecha, huérfana ante la posibilidad de que su máximo estandarte sea encarcelado. En ese escenario, ya se barajan opciones de sucesión.

El arresto domiciliario de Bolsonaro, dictaminado por cuatro de los cinco jueces del Supremo Tribunal Federal (STF), se ha establecido como el baricentro de la política brasileña. Fue sentenciado a 27 años de cárcel por su intento de dar un golpe de Estado que evitara la asunción de su némesis, el actual mandatario, Luiz Inácio Lula da Silva.

Pese a la prolija evidencia, que llevó a la condena también de exministros y jefes militares de Bolsonaro, la oposición ha asumido el discurso de persecución política. Una tesis que el propio líder ultraderechista sostenía hasta que el STF le prohibió publicar mensajes en redes sociales.

«Deja muy claro que Bolsonaro es un rehén, utilizado como moneda de cambio para chantajear a [Donald] Trump», aseveró el martes en X el diputado federal, Eduardo Bolsonaro, en alusión al presidente de EE.UU. que autorizó un arancel del 50 % a las importaciones brasileñas en respuesta a la «caza de brujas».

«No conocen a Trump y están arrastrando a todo un país a una aventura de la que, lógicamente, no saldrán victoriosos», añadió Eduardo, quien se tomó una licencia para viajar a EE.UU. y desde allá ha promovido medidas contra las instituciones brasileñas en defensa de su padre. Accionar por el cual Lula lo ha vilipendiado públicamente.

¿Continuidad familiar?

A diferencia de otros países de la región, en Brasil no se han visto casos en los últimos tiempos de un clan familiar que trascienda en el poder. Sin embargo, sectores derechistas anhelan con ver a un hijo de Bolsonaro, quien ya estaba inhabilitado, en la boleta electoral.

«Eduardo Bolsonaro está fuera del país, en Estados Unidos, y podría enfrentar cargos por promover el tarifazo contra Brasil», plantea Ignacio Pirotta, del Observatorio de Liderazgo Político en América Latina de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

En diálogo con RT, el experto en política brasileña no avizoró un heredero próximo. «Tampoco parece que el senador Flávio Bolsonaro pueda hacerse cargo del liderazgo», añade en alusión al primogénito. El tercero dentro de la política, Carlos Nantes, es concejal de Río de Janeiro y maneja el perfil mediático más bajo.

«Michelle Bolsonaro fue otra de las alternativas barajadas, pero pareciera que no tiene el perfil», ahonda Pirotta en relación a la esposa y ex primera dama de Brasil, de quien se habla, hace un año por lo menos, que podría ser la aspirante opositora o la compañera de fórmula.

No obstante, Pirotta ve más allá de lo comicial. «Creo que Bolsonaro va a usar figuras que tengan su propio apellido como una carta de negociación para lograr compromisos con su amnistía«, pronostica.

El plan

La atención está en la Cámara de Diputados, donde su titular, Hugo Motta, afronta diversas presiones, particularmente del bolsonarismo, para que se vea con suma urgencia un proyecto de ley de amnistía para los sentenciados por la trama golpista.

De acuerdo a medios brasileños, Motta ya le avisó al Gobierno de Lula que está en contra de un indulto «amplio, general e irrestricto». Es decir, aboga por conmutar algunos delitos de la retahíla por la cual fue procesado el exmandatario.

«La amnistía es una campaña fuerte en el seno del Congreso, donde los aliados la están impulsando», resume Pirotta. Si se aprueba en la Cámara de Diputados, todavía le quedaría el escollo del Senado y, en última instancia, un hipotético veto de Lula.

Como muestra de su nueva prioridad, la oposición anunció el nombramiento del diputado Eduardo Bolsonaro como líder de la minoría de la Cámara. Una designación tanto simbólica como efectiva, dado que ahora podrá seguir ejerciendo de forma remota desde EE.UU.

Los líderes pueden tener ausencias justificadas, sin consecuencias administrativas, según lo reportado por la prensa local. Caroline de Toni renunció a este rol para transferirle la responsabilidad a Eduardo, de manera que continúe su movimiento contra «la persecución política que él y su familia han estado sufriendo».

«Gracias por el gesto», contestó el legislador. «Solo una amnistía amplia, general e irrestricta podrá pacificar Brasil y permitirme regresar y desempeñar adecuadamente mis funciones parlamentarias», añadió.

Otra de las caras más visibles a favor de la iniciativa es el gobernador de Sao Paulo, Tarcísio de Freitas, quien además a día de hoy cuenta con el favoritismo para asumir la candidatura presidencial del próximo año.

¿De Sao Paulo a Planalto?

De Freitas ha abrazado la causa de Bolsonaro, cuando algunos pensaban que podría distanciarse del capitán retirado de 70 años. «Bolsonaro y los demás son víctimas de una sentencia injusta y de penas desproporcionadas», dijo el 11 de septiembre anterior, tras conocerse la sentencia.

«La historia desmantelará estas narrativas y la justicia seguirá prevaleciendo. ¡Manténgase fuerte, presidente! ¡Seguiremos a su lado!«, manifestó.

Su apuesta es clara. «Tarcísio tiene una imagen positiva del 60 % en su estado, San Pablo, el más populoso de Brasil y es en este momento el favorito para quedarse con el liderazgo de la derecha brasileña», detalla el especialista argentino.

La estrecha elección de 2022, en la cual Lula venció a Bolsonaro, mostró al mundo un Brasil dividido en dos polos diametralmente opuestos, que permanecen casi incólumes hasta hoy. Datafolha, una de las principales encuestadoras del país, lo ratificó hace poco.

Del 8 al 9 de septiembre, pocos días antes de que el STF sentenciara a Bolsonaro, un 50 % de la población respondió a favor del arresto del exmandatario, mientras que un 43 % se opuso.

Sin embargo, el sondeo realizado a 2.005 personas de 113 municipios, también arrojó resultados categóricos. Un 54 % está en contra de que sea liberado por el Congreso, seguido de un 39 % que está a favor. Y cuando se les preguntó, en general, por la amnistía a los responsables de la invasión a los tres poderes, ocurrida el 8 de enero de 2023, el voto de rechazo ascendió a 61 %.

«La sociedad y la política brasileña siguen profundamente polarizadas y la prisión de Bolsonaro, lejos de generar algún tipo de consenso, refuerza esa polarización», opina Pirotta. «La condena no es algo que entierre al bolsonarismo. Se abre la disputa por quién será su sucesor», proyecta.

Un clima que se produce en medio de los problemas de salud de Bolsonaro, que lo llevaron de nuevo a un hospital de Brasilia, esta vez con un cuadro de presión arterial baja.

 

Fuente