La afirmación la hizo poco después que el ministro de la Defensa declarara que la Franja de Gaza «está en llamas», bajo intensos bombardeos por parte de las FDI.
El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Eyal Zamir, aseguró este martes que las tropas israelíes «operan de acuerdo con el derecho internacional» en su masiva ofensiva terrestre, que tiene como objetivo tomar el control total de la ciudad de Gaza.
«Las FDI operan de conformidad con el derecho internacional. Hacemos todo lo posible para mitigar el daño a la población civil. En esta operación, actuamos para derrotar a una organización terrorista que proclama desde todas las plataformas que su objetivo es eliminar la existencia misma del Estado de Israel», aseveró Zamir, respondiendo de este modo a las acusaciones de crímenes de guerra perpetrados por el país hebreo en Gaza.
Al mismo tiempo, el alto oficial intentó tranquilizar a quienes protestan contra la ofensiva de las FDI en Gaza debido a sus preocupaciones por los rehenes retenidos en el enclave palestino por Hamás, afirmando que el retorno de los rehenes «es un objetivo de guerra y un compromiso nacional y moral». «Todas nuestras operaciones se llevan a cabo de acuerdo con un plan ordenado, con la liberación de los rehenes y la derrota de Hamás ante nuestros ojos», declaró.
El inicio de la ofensiva a gran escala
Tras semanas de intensos preparativos militares, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) lanzaron este martes una masiva ofensiva terrestre contra la ciudad de Gaza. El lunes por la noche, la Fuerza Aérea israelí lanzó ataques contra la ciudad, a la que posteriormente entraron tanques.
Según Al Jazeera, al menos 45 personas han fallecido en Gaza debido a los últimos ataques israelíes, y otras tres han muerto por inanición y desnutrición causadas por el bloqueo que sufre el enclave.
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, declaró este martes que la Franja de Gaza «está en llamas», bajo intensos bombardeos por parte de las FDI. La nueva operación militar comenzó horas después que el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, se reuniera con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y con altos miembros de su gabinete.
