Miguel Díaz-Canel Bermúdez alerta de que las acciones de Washington ponen en riesgo «la zona de paz» latinoamericana y caribeña.
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, ha reafirmado este martes su apoyo a Venezuela en medio de la escalada de acciones militares perpetradas por EE.UU. en el Caribe sur con el pretexto de su denominada ‘guerra contra el narcoterrorismo’.
«Alerta, Latinoamérica. La avaricia imperial amenaza nuestra zona de paz, cuando enfila sus cañoneras contra la brava nación del Libertador y de Chávez, el indiscutible continuador del ideario bolivariano de la integración de Nuestra América», escribió el mandatario cubano en X, agregando a su publicación el ‘hashtag’ «Venezuela somos todos«.
Previamente, Díaz-Canel condenó el asalto a un barco pesquero venezolano por parte de un destructor de la Marina de EE.UU. El líder cubano manifestó en las redes sociales que el abordaje constituye un «acto ilegal, contrario al derecho internacional», al tiempo que lo tachó de «cobarde y peligrosa provocación«. «América Latina y el Caribe es zona de paz», recalcó.
Ataques contra Venezuela
La víspera, el presidente de EE.UU., Donald Trump, mostró un video de un nuevo ataque contra supuestos «narcoterroristas de Venezuela». Este martes afirmó que se habría bombardeado un tercer bote, aunque solo se han divulgado las imágenes de dos.
Más allá de las imágenes, hasta ahora el Gobierno estadounidense no ha dado detalles de las supuestas incautaciones ni facilitado la identidad de las víctimas. Tampoco ha proporcionado pruebas de que estas pertenecieran a grupos delictivos declarados como terroristas por la Casa Blanca, como el Tren de Aragua, una banda considerada como desarticulada por las autoridades venezolanas.
A su vez, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó que Washington usa la «excusa» del combate antidrogas para plantarse en el Caribe y lanzar provocaciones que le permitan justificar una escalada contra Caracas. «El objetivo no es la lucha contra el narcotráfico, es entrar y apoderarse de Venezuela, imponer autoridades coloniales en Venezuela y hacer un cambio de régimen en Venezuela para apoderarse de la inmensa riqueza petrolera y gasífera de Venezuela. Ese es el objetivo», sostuvo.
Aumento de tensiones
La Administración de Trump ha elevado su tono beligerante contra Caracas desde el pasado mes de agosto, cuando medios internacionales anunciaron un despliegue militar estadounidense en el Caribe sur para, supuestamente, enfrentar a los cárteles de la droga.
Del mismo modo, la fiscal general de EE.UU., Pamela Bondi, duplicó la recompensa por información que condujera al arresto del presidente venezolano, Nicolás Maduro, bajo la acusación infundada de liderar un «cártel de narcotráfico»
- Para hacer frente al despliegue estadounidense, Maduro llamó al alistamiento voluntario en la Milicia Bolivariana para la defensa de la soberanía de la nación.
- Pese al aumento de las fricciones, el presidente venezolano se ha mostrado abierto al diálogo con el mandatario de EE.UU., Donald Trump, siempre que no se imponga la «diplomacia de las cañoneras» de su secretario de Estado, Marco Rubio.
- El Pentágono ha denunciado que aviones militares venezolanos habrían sobrevolado «cerca de un buque de la Armada de EE.UU. en aguas internacionales», lo que tildó como un movimiento «provocador» para interferir con sus «operaciones contra el narcoterror» en la zona.
- Posteriormente, Trump amenazó con derribar aviones militares venezolanos si ponían a EE.UU. «en una posición peligrosa».
- Mientras, Maduro declaró que el país pasará a la lucha armada si llega a ser objeto de agresión. En este contexto, señaló que Washington «debe abandonar su plan de un cambio de régimen violento en Venezuela y en toda América Latina y el Caribe».