La medida busca proteger la industria nacional y transformar el mercado, según el secretario mexicano de Economía, Marcelo Ebrard.
El fabricante de coches estadounidense Tesla y la automotriz china BYD serían los más perjudicados frente a la propuesta del Gobierno mexicano de imponer un arancel del 50 % a vehículos importados.
La iniciativa, anunciada este miércoles, afecta a los autos eléctricos y de gasolina importados de todos los países con los que México no tenga un tratado de libre comercio. La medida busca proteger la industria nacional y transformar el mercado, de acuerdo con el secretario mexicano de Economía, Marcelo Ebrard.
Analistas del sector automovilístico sugieren que la decisión afectaría principalmente a los autos eléctricos fabricados en China y a la estadounidense Tesla, que ya enfrentan serios problemas de expansión en el país, recoge Reuters.
En el último año, México aumentó los aranceles a los vehículos eléctricos fabricados en China del 0 % al 15 % y ahora al 50 %, dijo Eugenio Grandio, presidente de la Electro Movilidad Asociación México (EMA).
«Sin duda, es un punto de inflexión. El 50 % [de aranceles] es un número muy agresivo», dijo Grandio.
La iniciativa aún debe ser aprobada por el Congreso, donde el partido Morena de la presidenta Claudia Sheinbaum tiene una mayoría significativa, por lo que el plan tiene amplias probabilidades de avanzar.
Según los analistas, el arancel propuesto en realidad protegería el interés de los ‘tres grandes’ fabricantes tradicionales de automóviles estadounidenses (General Motors, Ford y Stellantis), que en virtud de un decreto presidencial importan un porcentaje de vehículos libres de aranceles por operar plantas de producción en México.
Golpe directo al crecimiento y evolución
En este sentido, Grandio advierte que el sector de vehículos eléctricos e híbridos enfrenta un golpe directo al crecimiento y evolución.
Tesla suspendió la construcción de su fábrica en Nueva León, al norte de México, el año pasado, alegando presión de las tasas de interés y desaceleración de la economía mundial. La planta se proyectaba como la más grande del mundo para Tesla y prometía crear hasta 6.000 empleos.
Actualmente, los autos Model 3 y Model Y de Tesla vendidos en México desde mediados de 2023 se fabricaron en la planta de la compañía en Shanghái. Grandio señala que la firma dispone de reservas de vehículos en el país, lo que le daría cierto margen para replantear sus importaciones desde otros establecimientos.
Por otro lado, BYD pospuso indefinidamente su proyecto de construir una planta en México, en medio de reportes de que las autoridades mexicanas temían que la instalación de una fábrica china tensara la relación con el Gobierno de Donald Trump y la incertidumbre derivada de sus políticas comerciales.
De acuerdo con BYD, la empresa vendió unos 40.000 automóviles en el país el año pasado, lo que representa casi la mitad de todos los automóviles eléctricos e híbridos enchufables vendidos en 2024 en la nación.
«Coerción de terceros»
Por su parte, desde Pekín han propuesto a México sopesar cuidadosamente la decisión de aumentar tarifas de importación — entre ellas los aranceles a los automóviles chinos —, advirtiendo que tomará contramedidas. El país asiático denunció que se trataba de una medida unilateral, proteccionista y excluyente, resultado de la «coerción de terceros», en referencia a las presiones arancelarias de EE.UU.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, respondió a las críticas asegurando que «no son medidas de coerción y no son contra China«, y explicó que se trata de medidas para los países con los que no existe un acuerdo de libre comercio con el objetivo de fortalecer la economía y la producción nacional.