Lisandro Catalán fue nombrado para mejorar la relación con los gobernadores.
La derrota electoral en los comicios legislativos bonaerenses provocó cambios en el Gobierno argentino. Uno de ellos fue la vuelta del Ministerio del Interior, que había sido reconvertido a Secretaría a mediados del año pasado. A cargo de la nueva cartera fue anunciado el abogado Lisandro Catalán.
Catalán ya formaba parte del Gobierno de Javier Milei, ya que fue subsecretario del Ministerio del Interior cuando estaba a cargo de Guillermo Francos, actual jefe de Gabinete, y el 3 de junio del año pasado fue nombrado vicejefe de Gabinete del Interior.
«Con responsabilidad, hoy inicio el camino como ministro del Interior, reafirmando el compromiso que tiene este Gobierno con fortalecer nuestras instituciones y avanzar en la construcción de una mesa federal de diálogo y consenso que representen a todos los argentinos», expresó este miércoles en las redes sociales.
Su recorrido por el Estado
Entre sus antecedentes está haber trabajado para gobiernos encabezados por Daniel Scioli y los expresidentes Mauricio Macri y Alberto Fernández.
Con Scioli como gobernador bonaerense [2007-2015] trabajó en el Banco Provincia, donde forjó su vínculo con Francos. Desde 2012, se sumó a la Fundación Acordar, que con Francos y Milei promovía la candidatura presidencial para 2015 de Scioli.
Ya durante la presidencia de Macri (2015-2019), fue designado en 2016 en la dirección del Registro Nacional de Reincidencias, cargo que mantuvo durante la gestión de Alberto Fernández (2019-2023). A partir de 2023, trabajó para la campaña de Milei.
Además, el funcionario es hijo de Juan José Catalán, quien se desempeñara como ministro de Educación y Cultura en la última dictadura argentina (1976-1983).
Debido a su largo currículum que atravesó diversas gestiones, Lisandro Catalán podría ser incluido en la definición de ‘casta’ que hace Milei para describir de manera peyorativa a la clase política. Sin embargo, su nombramiento a cargo del restituido Ministerio del Interior busca acercar al Gobierno nacional con las provincias a través de la denominada mesa federal, creada tras la derrota electoral.