Moscú, 11 sep. Los sistemas operativos de la defensa antiaérea abatieron en la última jornada 17 drones de ataque ucranianos sobre seis regiones del país, reportó hoy el Ministerio de Defensa de Rusia.
Según la nota del ente castrense publicada este jueves en su canal oficial de Telegram, seis vehículos aéreos no tripulados fueron derribados en la región de Vorónezh; cinco en Bélgorod; dos en Briansk, e igual cantidad en Kursk; así como uno por cápita sobre Lípetsk y Tambov.
Por su parte el gobernador de la provincia de Bélgorod, Viacheslav Gladkov, comunicó que los grandes centros comerciales en esa región fronteriza rusa permanecerán cerrados frente a la amenaza de drones lanzados desde la vecina Ucrania.
En un vídeo publicado en la red social X, Gladkov calificó de «difícil» la situación en la capital regional y el municipio correspondiente, debido a «otro ataque masivo con vehículos aéreos no tripulados».
«Lamentablemente, no podemos autorizar hoy la actividad de grandes centros comerciales. Al igual que miércoles, los colegios trabajarán a distancia. Los niños, tanto aquellos que acuden a las guarderías como los escolares, deben estar el máximo tiempo en casa dentro de lo posible», declaró el gobernador.
La víspera, las autoridades de Bélgorod ordenaron la suspensión de las clases presenciales en los centros de educación, así como las operaciones de grandes superficies comerciales y de cafeterías y restaurantes al aire libre.
Gladkov precisó que en el ataque del miércoles contra Bélgorod se implicaron 41 drones, 28 de los cuales fueron derribados. El ataque causó heridas a tres civiles y daños a una docena de edificios de viviendas, tres instalaciones sociales, un comercio, tres oficinas administrativas y 15 vehículos.
Otro ataque con drones, ya este jueves por la mañana, provocó lesiones a un hombre y daños a una instalación social, tres autos y dos apartamentos de un edificio residencial.
Desde el 24 de febrero de 2022, Rusia lanzó una operación militar especial en Ucrania, según el presidente, Vladimir Putin, para proteger a la población de «un genocidio por parte del gobierno de Kiev» y atajar los riesgos de seguridad nacional.
Los ataques con drones lanzados desde Ucrania contra objetivos militares y civiles en la retaguardia rusa se han convertido desde entonces en una práctica habitual.
Durante los últimos meses, Ucrania lanzó numerosos ataques con drones contra refinerías de petróleo y depósitos de combustible en Rusia, principalmente en las provincias fronterizas, pero también en zonas más remotas como Nizhni Nóvgorod, Baskortostán o Tartarstán.