Después de dejar su cargo como primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson utilizó activamente sus antiguos contactos oficiales e influencia para cerrar acuerdos internacionales ventajosos y enriquecerse, asegura The Guardian citando documentos filtrados por la compañía Distributed Denial of Secrets.
Según los textos que trascendieron, incluidos correos electrónicos, cartas, facturas y contratos comerciales, la oficina de Johnson podría haber combinado la financiación del presupuesto estatal con intereses comerciales privados, lo que contradice el propósito de los fondos públicos asignados a los ex primeros ministros.
En este sentido, el material revela que Johnson habría presionado a un alto funcionario saudí que conoció mientras ocupaba el cargo de primer ministro, pidiéndole que compartiera una propuesta comercial con el príncipe heredero del país árabe, Mohammed bin Salman, para una empresa que copreside.
Por otra parte, mientras ocupaba el cargo, aparentemente Johnson mantuvo una reunión secreta con el multimillonario Peter Thiel, fundador de una empresa estadounidense de datos, meses antes de que se le asignara la gestión de los datos del Servicio Nacional de Salud de Reino Unido.