El ataque se ejecutó mediante un canal de radioenlace que funcionó con normalidad, a pesar de los esfuerzos del enemigo por interferirlo.
Operadores de drones kamikaze KUB del primer Ejército de Tanques de Guardia de la agrupación de tropas Západ (Oeste) de las Fuerzas Armadas rusas destruyeron un cañón autopropulsado camuflado del Ejército de Ucrania en la provincia de Járkov.
Tras un vuelo de aproximadamente 10 minutos, el vehículo aéreo no tripulado impactó contra el objetivo, según relató el jefe de la unidad de drones, alias ‘Grek’, cuyas declaraciones recoge el Ministerio de Defensa de Rusia. El ataque también acabó con el personal enemigo que operaba la pieza.
Se trata de una munición inteligente; este modelo de dron no tiene cámara, pero «actúa de una forma muy estable», mientras que «la comunicación por radio es excelente», valoró el militar. Explicó que, si el enemigo logra interferir el canal de control remoto, el aparato pasa a modo autónomo, continúa su misión e impacta en el blanco.
La pieza de artillería ucraniana había sido localizada previamente al disparar contra las posiciones rusas.
Estos drones kamikaze son fabricados por una sucursal del consorcio Kaláshnikov, que también produce una versión naval del mismo, denominada KUB-UAV.