El evento marca el resurgimiento de una larga tradición que se interrumpió tras la Revolución rusa de 1917.
Decenas de miles de cristianos ortodoxos participaron este domingo en una gran procesión para celebrar el Concilio de los Santos de Moscú, una festividad de la Iglesia ortodoxa rusa en honor a los ascetas vinculados a la diócesis de la capital rusa.
La marcha, que fue encabezada por el patriarca Kirill, comenzó en la catedral de Cristo Salvador, en el centro de Moscú, y continuó hasta el convento de Novodévichi, que se encuentra a unos 6 kilómetros.

Fotos y videos difundidos en Internet muestran a clérigos y fieles portando coloridas pancartas con imágenes de santos.
El evento contó con la participación de unas 40.000 personas, que procedían de toda Rusia, así como de la República Checa, Uzbekistán, Serbia, Italia y otros países.

Antes de comenzar la procesión, el patriarca Kirill también celebró una liturgia en la catedral de Cristo Salvador. Destacó que Moscú está abierta a otras religiones y, al mismo tiempo, es «una ciudad que no reniega de su herencia cristiana».
El evento marca el resurgimiento de una larga tradición que se interrumpió tras la Revolución rusa de 1917. La primera procesión tuvo lugar el 7 de septiembre de 1525, cuando se trasladó solemnemente desde la catedral de la Anunciación del Kremlin al monasterio de Novodévichi una copia del icono de la Madre de Dios de Smolensk.
