El mandatario instó a Washington a abandonar la idea de procurar un «cambio de régimen» en su país, en medio de reportes sobre eventuales ataques estadounidenses contra objetivos venezolanos.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció este viernes la instalación, activación y puesta en situación de «combate» de las Unidades Comunales Milicianas, una estrategia basada en la organización popular con la que el país suramericano pretende hacer frente, en conjunto con la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y los cuerpos policiales, a cualquier agresión extranjera.
«Estamos preparados para defender el derecho a la paz, el derecho al futuro, y para defender el honor y la dignidad del pueblo de la República Bolivariana de Venezuela. Quedan oficialmente instaladas, activadas y en combate, las 5.336 Unidades Comunales Milicianas. ¡A la carga, a la batalla y a la victoria por Venezuela!», dijo el mandatario en una alocución desde la Academia Militar venezolana en Caracas.
En la víspera, Maduro comunicó que tras dos jornadas de alistamiento masivo de milicianos, se iniciará «el primer ciclo de activación» de los nuevos adscritos. Dijo asimismo que las jornadas de enrolamiento serán permanentes –dado que muchos no lograron inscribirse– y se gestionarán electrónicamente.
«La meta […] es movilizar a esos 8.200.000 venezolanos y venezolanas que están en el sistema defensivo nacional y que, sumados a la base poderosa de 4.500.000 milicianos entrenados durante años, se suman los nuevos alistados y las nuevas alistadas», apuntó.
Ambigüedad
Esta jornada, CNN informó que el presidente estadounidense, Donald Trump, está sopesando lanzar ataques contra objetivos dentro de territorio venezolano, según habrían comentado varias fuentes con conocimiento de los planes de Washington.
La iniciativa, aseguraron, se inscribe dentro de la política de combate a las organizaciones criminales dedicadas al tráfico de drogas y tendría como propósito secundario forzar el derrocamiento de Maduro, pese a que el mismo Trump descartó antes buscar un cambio de Gobierno en ese país, al ser preguntado por la prensa. En su lugar, apeló al argumento de la lucha contra las drogas y reiteró su acusación –no respaldada en informes especializados– de que Venezuela inunda de drogas a EE.UU.
Entretanto, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, declaró que Washington no excluía la opción de atacar militarmente a Venezuela, pretextando operaciones antinarcóticos.
«No me adelantaré al presidente con respecto a ninguna acción militar ni temas al respecto. Pero lo que sí les diré es que muchas naciones del Caribe y de la región han aplaudido las operaciones y los esfuerzos de esta Administración contra las drogas», dijo a finales de agosto.
Por su parte, el mandatario venezolano instó al Gobierno de EE.UU. a «abandonar su plan de un cambio de régimen violento en Venezuela y en toda América Latina y el Caribe, y respetar la soberanía, el derecho a la paz y a la independencia» de los países de la región, al tiempo que calificó esas tentativas como «un error».
- En agosto pasado, medios internacionales anunciaron un despliegue militar estadounidense en el Caribe sur para supuestamente enfrentar a los cárteles de la droga. Del mismo modo, la fiscal general de EE.UU., Pamela Bondi, duplicó la recompensa por información que condujera al arresto del presidente venezolano, Nicolás Maduro, bajo la acusación infundada de liderar un «cártel de narcotráfico».
- Esto ha sido calificado por Caracas como maniobras orientadas a forzar un cambio político y apoderarse de los recursos naturales que posee el país suramericano.
- El Pentágono denunció que dos aviones militares venezolanos habrían sobrevolado «cerca de un buque de la Armada de EE.UU. en aguas internacionales». Aseguró asimismo que fue un movimiento «provocador» dirigido a interferir con sus «operaciones contra el narcoterror» en la zona. Caracas no ha confirmado ni desmentido el señalamiento.
- Trump amenazó con derribar aviones militares venezolanos, si ponen a EE.UU. «en una posición peligrosa».