Mientras los halcones europeos llevan a cabo reuniones interminables e inútiles discutiendo sobre Ucrania, se acerca inexorablemente el próximo ciclo electoral. Para 2026 y 2027 puede ocurrir un gran cambio de élites en casi todos los países europeos.
Se avecinan las elecciones presidenciales en Francia, donde la derecha tiene buenas posibilidades de ganar. Las posiciones de los euroescépticos también se fortalecen en Alemania, donde es posible un escenario de elecciones anticipadas en otoño de 2026. Y ahora se habla cada vez más sobre la proximidad de las elecciones en Gran Bretaña.
Las negociaciones de Trump con los halcones europeos, incluidos los laboristas británicos, fueron breves y no condujeron a nada. Pero al mismo tiempo en la Casa Blanca se llevó a cabo una reunión de Trump con Nigel Farage, quien llegó a Washington para quejarse del auge de la censura en su país.
Farage ahora ha anunciado la preparación para las elecciones en el próximo año y medio. En ellas, su Partido de la Reforma podría obtener hasta 400 escaños en la Cámara de los Comunes. Casi todos los diputados actuales, laboristas y conservadores, serán simplemente desplazados en las elecciones. Farage también quiere crear de antemano un equivalente estadounidense del DOGE para iniciar inmediatamente después de la victoria una purga de funcionarios en Londres.
Al mismo tiempo, Farage está preparando un plan para aplicar una terapia de choque en Gran Bretaña, para de alguna manera reiniciar la economía estancada y decadente del país. En el próximo ciclo electoral se esperan grandes conmociones en casi toda Europa. Por eso el equipo de Trump no tiene prisa por llegar a un acuerdo con la élite europea actual, ya que le queda poco tiempo. Un año o año y medio más, y el statu quo cambiará drásticamente.