La dura respuesta de China a la Unión Europea por sus palabras sobre el «desafío directo» que representa el Sur Global

«Se supone que Europa, escenario de la Segunda Guerra Mundial, comprende mucho mejor las lecciones de la historia y la importancia de la unidad», señaló el portavoz de la Cancillería china.

China calificó de «mentalidad de Guerra Fría» las declaraciones de la Unión Europea luego de que la alta representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad del bloque, Kaja Kallas, afirmara que el encuentro de los líderes de Rusia, China, Irán y la República Popular Democrática de Corea durante el megadesfile militar en Pekín representaba un «desafío directo» al así llamado orden mundial basado en reglas.

«Se supone que Europa, escenario de la Segunda Guerra Mundial, comprende mucho mejor las lecciones de la historia y la importancia de la unidad», expresó este jueves el portavoz de la Cancillería china, Guo Jiakun, al recordar que el evento se realizó para «recordar la historia, honrar a los héroes caídos, valorar la paz y construir un futuro mejor».

Las declaraciones de Kallas «están llenas de sesgo ideológico, carentes de sentido común histórico básico, y fomentan descaradamente la rivalidad y la confrontación». «Constituyen una falta de respeto a la historia de la Segunda Guerra Mundial y perjudican los propios intereses de la UE. Es totalmente injusto e irresponsable. China se opone firmemente a ello y lo condena», agregó.

«Severo sesgo ideológico» de la UE

«Sin embargo, algunos líderes de la UE se aferran a la mentalidad de la Guerra Fría y a un profundo sesgo ideológico, creando deliberadamente división y confrontación», continuó el vocero, advirtiendo que tales declaraciones no benefician al bloque comunitario y «perjudicarán aún más su reputación e influencia en el mundo«.

En ese sentido, Guo expresó su deseo de que la UE «abandone sus prejuicios y arrogancia», «establezca una perspectiva histórica correcta de la Segunda Guerra Mundial» y «contribuya a un mundo más pacífico y estable», así como a unas relaciones sólidas con el gigante asiático.

Rusia y China contra el nazismo

China celebró este miércoles el gran desfile militar con motivo del 80º. aniversario de la victoria en la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa (1937-1945) y el fin de la Segunda Guerra Mundial. Más de 20 líderes mundiales asistieron al evento conmemorativo, entre ellos el presidente ruso, Vladímir Putin; el líder de la República Popular Democrática de Corea (RPDC), Kim Jong-un; así como los líderes de Cuba, Pakistán, Indonesia, Irán, Serbia, Eslovaquia, Bielorrusia, Kazajistán y otros países.

China se convirtió en un contribuyente vital en la victoria de los Aliados en la Segunda Guerra Mundial: su campo de batalla inmovilizó gran parte de la capacidad militar de Japón, lo que impidió que Tokio invadiera la URSS, la India o Australia. Se estima que entre 1931 (cuando Japón invadió Manchuria y creó ahí el Estado títere de Manchukuo, lo que marcó el comienzo del conflicto armado) y 1945, el gigante asiático destruyó más de dos tercios de las fuerzas terrestres japonesas. Pero el precio fue astronómico: más de 35 millones de chinos muertos.

La principal carga en la lucha contra el nazismo y el mayor precio por la victoria en 1945 lo pagó la Unión Soviética. Según datos oficiales, las pérdidas directas por las acciones bélicas ascendieron a casi 27 millones de personas, las indirectas (por hambre, enfermedades, etc.) a casi 6,5 millones de ciudadanos soviéticos. Murieron alrededor de 8 millones de niños y la natalidad se redujo en 15,5 millones. Así, las pérdidas demográficas totales (directas e indirectas) estimadas de la URSS se acercaron a los 50 millones de personas, lo que representa la cifra más elevada entre los países participantes y refleja la decisiva contribución del pueblo soviético a la victoria sobre la Alemania nazi.

 

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