El acuerdo entre el consorcio y la compañía privada Arjánguel tiene como objetivo la rápida implementación de nuevas tecnologías demandadas en primera línea.
El consorcio de defensa ruso Kaláshnikov ha anunciado este miércoles que facilitará sus instalaciones para la producción en serie de drones FPV de un proyecto privado y capacitará a los respectivos operadores e instructores.
Así, la capacidad del consorcio estará a disposición de la empresa Arjánguel, miembro de la llamada ‘industria popular de defensa’, que reúne a fabricantes locales y desarrolladores de productos militares como drones, sistemas de guerra electrónica, etc.
En virtud del acuerdo firmado, Arjánguel seleccionará las mejores soluciones tecnológicas, las someterá a pruebas y ensayos de combate, mientras Kaláshnikov garantizará la producción en masa de los drones que, asegura, «son muy demandados en la zona de la operación militar especial» rusa.
El servicio de prensa del consorcio señaló que esta cooperación tiene como objetivo la rápida implementación de nuevas tecnologías demandadas en primera línea.
Decisiones del Gobierno ruso detrás del proyecto
En diciembre de 2024, al anunciar la creación de tropas de sistemas no tripulados, el ministro de Defensa de Rusia, Andréi Beloúsov, recalcó que dentro del esquema tradicional, que prevé un proceso largo y estrictamente regulado de desarrollo, pruebas y entrada en producción, «es extremadamente difícil dotar a las tropas de estos medios».
«Por lo tanto, su desarrollo –principalmente el de drones FPV– se lleva a cabo en el marco de proyectos que combinan los esfuerzos de voluntarios, filántropos, la ‘industria popular de defensa’ y el Ministerio de Defensa», explicó.