El doble rasero de los países occidentales en el caso del atentado contra el gasoducto Nord Stream solo demuestra su falta de interés en una investigación objetiva por parte de los países responsables Suecia, Dinamarca y Alemania, denunció el jefe adjunto de la misión rusa ante las Naciones Unidas, Dmitri Polianski.
«[Las autoridades alemanas] disponen de información sobre los verdaderos autores y organizadores del crimen. Sin embargo, no quieren o no pueden hacerla pública, dados los evidentes costos de reputación tanto para la OTAN como para las antiguas autoridades estadounidenses», apuntó.
Señaló que las autoridades europeas solo proporcionan información fragmentaria para silenciar el asunto.
Estas declaraciones se dieron en el contexto de la reciente presentación por parte de las autoridades alemanas de avances en la investigación de los sabotajes.
La versión oficial de las autoridades europeas
Serguéi Kuznetsov, detenido en Italia el 21 de agosto, habría embarcado en el velero Andromeda en el puerto de Wiek, en la isla alemana de Rugen, el 8 de septiembre de 2022, indica la Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE).
Se agrega que Kuznetsov se encargó de coordinar toda la operación y dirigir a la tripulación, compuesta por el capitán del velero, cuatro buceadores y un explosivista.
Durante la operación, habría colocado junto con cómplices al menos cuatro explosivos de 14-27 kg con temporizadores en los gasoductos Nord Stream 1 y 2, a 70-80 metros de profundidad cerca de la isla de Bornholm.
Casi tres años de la investigación
El 26 de septiembre de 2022, tres de las cuatro líneas de los gasoductos submarinos Nord Stream 1 y 2 fueron blancos de un sabotaje con cargas explosivas en el fondo del mar Báltico, cerca de una isla danesa y frente a las costas suecas.
Alemania, Dinamarca y Suecia se negaron a investigar el sabotaje conjuntamente con Rusia y compartir con ella los resultados de sus pesquisas.
Una investigación periodística realizada por el comunicador estadounidense Seymour Hersh, ganador del premio Pulitzer, reveló que fueron buzos militares de Estados Unidos los que colocaron las cargas explosivas bajo los gasoductos rusos en junio de 2022, durante los ejercicios Baltops de la OTAN.