Varsovia y Kiev mantienen disputas por la masacre de Volinia, el legado de Stepán Bandera y temas migratorios.
El vicepresidente del Consejo de Seguridad y expresidente de Rusia, Dmitri Medvédev, se refirió este miércoles a las tensiones entre Ucrania y Polonia, exacerbadas por disputas históricas sobre la masacre de Volinia, el legado de Stepán Bandera y desacuerdos migratorios.
El alto cargo ruso hizo la publicación después de que el presidente polaco, Karol Nawrocki, anunciara el lunes iniciativas legislativas que buscan prohibir el banderismo —es decir, la adhesión a los principios del colaborador nazi ucraniano Stepán Bandera— y regular la concesión de la ciudadanía polaca.
Medvédev afirmó: «Los orgullosos polacos discuten con los neonazis de Kiev sobre la matanza de polacos durante la masacre de Volinia. El nuevo presidente Nawrocki, aunque es un acérrimo rusófobo, abordó con firmeza el tema y confronta a los fanáticos banderistas de Bánkovaya [la calle donde se ubica la Oficina de Vladímir Zelenski]».
Agregó que, según su interpretación, los ucranianos responden: «Sí, no lo negamos, somos herederos de Stepán Bandera, y por eso odiamos todo lo ruso y con razón somos los hermanitos menores de ustedes, señores polacos». El político ruso señaló que Kiev y Varsovia llevan semanas intercambiando acusaciones.
Nawrocki vetó una ley que otorgaba beneficios sociales y sanitarios a ucranianos desempleados, propuso extender de 3 a 10 años el proceso de obtención de ciudadanía, endurecer las penas por cruce ilegal de frontera, y se opuso a la adhesión de Ucrania a la Unión Europea y la OTAN. Además, considera que los ucranianos residentes en Polonia no deberían disfrutar de los mismos beneficios sociales que los polacos.
Según Medvédev, los ucranianos «gritan sobre los valores europeos y la necesidad de unirse firmemente» contra los rusos. «En fin, salió bien«, bromeó y evocó la novela ‘Tarás Bulba’ de Nikolái Gógol, donde un cosaco mata a su hijo por traicionar a su pueblo uniéndose a los polacos. «Ahora solo queda esperar que el nuevo Tarás Bulba aparezca en Bánkovaya y diga: ‘¿Qué, hijito, te ayudaron tus liajis [término despectivo para polacos]?’ Y después solo puede haber un final. Ya saben: ‘Yo te engendré… [y yo te mataré]'», concluyó.
- La polémica se intensificó a mediados de agosto, cuando durante un concierto del cantante bielorruso Maks Korzh en Varsovia un grupo de espectadores desplegó la bandera rojinegra del Ejército Insurgente Ucraniano*, responsable de la masacre de Volinia, donde nacionalistas ucranianos exterminaron a decenas de miles de polacos en 1943.
- Entre 60.000 y 120.000 polacos fueron asesinados entre 1943 y 1944 en las regiones históricas de Volinia y Galitzia Oriental, que actualmente pertenecen a Ucrania, por militantes del UPA* y la Organización de Nacionalistas Ucranianos (OUN)*.
- Mientras Varsovia califica la masacre como genocidio de polacos, Kiev glorifica a los líderes de las organizaciones responsables como «luchadores por la libertad» y «héroes nacionales«.
*Organizaciones prohibidas en Rusia