Europa prefiere gastar millones en Ucrania que resolver sus problemas

La escritora Sara Rosenberg denuncia que el país eslavo es usado como «pista de aterrizaje para la guerra», para vender el único producto que enriquece a una minoría.

Europa está sacrificando su bienestar social y económico para beneficiar a una pequeña elite y a EE.UU., mientras destina enormes recursos a la defensa y a ayudar militarmente a Kiev, manteniendo activo el conflicto, opina la escritora Sara Rosenberg.

«Europa, en este momento, no tiene ninguna soberanía, en primer lugar, ni política ni económica; es como un inmenso supermercado muy iluminado, pero con ruinas internas y sin prácticamente productos propios», asegura la autora argentina, que dibuja un bloque comunitario «condenado a comprar» todo el armamento al fabricante, que en este escenario sería EE.UU., y «continuar generando caos».

En este sentido, Rosenberg acusa a los líderes europeos y al Reino Unido, la así llamada «coalición de los dispuestos», de mantener un «imperio del caos» que beneficia solo a la industria armamentista estadounidense y a sus socios más cercanos, castigando con esto la economía de sus propios pueblos.

«Es lo que, desgraciadamente, está sucediendo en este momento con las políticas económicas y las tácticas y estrategias de Europa para mantener guerras todo el tiempo. Es decir, para vender el único producto que llena las arcas de una pequeña minoría en detrimento de la paz y en detrimento de la unidad, del progreso y el desarrollo de los pueblos».

Según Rosenberg, actualmente Ucrania es utilizada como «una pista de aterrizaje para la guerra» con el objetivo de vender «el único producto de ese supermercado en ruinas», ya que el intermediario no quiere dejar de ganar dinero, aunque eso perjudique a la población europea que necesita trabajo, educación y salud.

En este sentido, sostiene que la desinformación, la rusofobia, el miedo y la propaganda son herramientas usadas para justificar los recortes sociales y el gasto militar «en función de llevar adelante una guerra que no les compete». «Es decir, lo ideológico está totalmente conectado con lo político y con lo económico. Necesitan generar el terror, necesitan que el ciudadano europeo esté confundido y no entienda que la guerra que están llevando adelante en Ucrania es una guerra que meramente enriquece a un 1,11 % de esa élite europea, incapaz de desarrollar sus propios países», argumenta.

En relación con el acuerdo comercial entre Bruselas y Washington, muy favorable a los intereses estadounidenses y duro para los productores del bloque europeo, Rosenberg recuerda que la presidenta de la comisión europea, Ursula von der Leyen, defiende «que es mejor someterse y aceptar los aranceles de un 15 %, porque a ellos les sigue resultando aún así rentable». «Sin embargo, para los pueblos de Europa no es para nada rentable», repone la escritora.

 

Fuente