El canciller alemán y el primer ministro belga expresaron su escepticismo al respecto.
El canciller alemán, Friedrich Merz, y el primer ministro belga, Bart De Wever, se pronunciaron este martes en contra de la utilización directa de los activos rusos congelados, destacando que se trata de un procedimiento poco sencillo en materia de legitimidad, reporta Tagesschau.
Durante una rueda de prensa conjunta celebrada tras una reunión en Berlín, ambos líderes dejaron claro su escepticismo sobre el acceso total a los activos pertenecientes al Banco Central ruso.
Así, De Wever afirmó que es necesario mantener el enfoque actual, utilizando los intereses de esos fondos para financiar armas y municiones para Ucrania. «Es como una gallina de los huevos de oro. […] Deberíamos conservar esta gallina», explicó, agregando que solo cuando se alcance un acuerdo de paz entre Moscú y Kiev, los europeos podrán «poner la gallina sobre la mesa». Por otra parte, indicó que, desde el punto de vista legal «no es tan sencillo» hacerlo.
A su vez, Merz advirtió de los efectos negativos que podría acarrear esa decisión en el mercado de capitales.
Desde el inicio del conflicto ucraniano en febrero de 2022, Estados Unidos y la Unión Europea han congelado más de 300.000 millones de dólares en activos estatales rusos. Según la Comisión Europea, unos 210.000 millones de euros (240.000 millones de dólares) de estos activos se encuentran en el bloque comunitario.
Moscú ha advertido reiteradamente que la incautación de sus fondos viola el derecho internacional. Al respecto, la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, indicó que considerarán como «ladrones» a los países occidentales que confisquen sus activos congelados y responderá con contramedidas «muy duras».
Aspecto jurídico
Según expertos, si bien los activos se mantenían en dos depositarios centrales de la UE en Bélgica y Luxemburgo, siguen siendo propiedad de Rusia, representada por el Ministerio de Finanzas, el Banco Central o el Fondo Nacional de Bienestar, por lo que no hay motivos legales para la confiscación de activos soberanos en la UE. Si ocurre el embargo de fondos por parte del bloque o de Estados individuales, Moscú podría, en virtud del derecho internacional, presentar una demanda ante los tribunales europeos pertinentes e incluso ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de la ONU.
Analistas detallan que una confiscación de activos sería aceptable e incluso legalmente permisible si los países occidentales estuvieran directamente implicados en un conflicto a gran escala contra Rusia; no obstante, desde Occidente, durante estos años, han reiterado que no están en guerra con el país euroasiático.