«Cualquier amenaza a la seguridad energética de nuestro país es inaceptable», declaró el ministro de Exteriores eslovaco.
Los ataques ucranianos al oleoducto Druzhba son inaceptables para la seguridad energética de Eslovaquia y Hungría, declararon este viernes los ministros de Asuntos Exteriores de ambos países.
«Consideramos absolutamente esencial que la UE se posicione a favor de los intereses de los Estados miembros y de la seguridad energética de sus ciudadanos, incluidos los de la República Eslovaca. Cualquier amenaza a la seguridad energética de nuestro país es inaceptable», manifestó el ministro eslovaco, Juraj Blanár.
Bratislava y Budapest exigieron que Bruselas garantice la seguridad del suministro de petróleo, como les prometió en enero. Asimismo, indicaron que la interrupción del flujo de crudo ruso podría durar al menos cinco días.
«La realidad física y geográfica es que, sin este oleoducto, el suministro seguro a nuestros países simplemente no es posible», indicaron en una carta dirigida a la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, y Dan Jorgensen, comisario europeo de Energía.
Intensificación de los ataques de Kiev
Los militares ucranianos llevaron a cabo esta semana tres ataques contra el oleoducto Druzhba, lo que provocó la interrupción del suministro de petróleo.
En este contexto, el ministro de Exteriores húngaro, Peter Szijjarto lanzó una advertencia a los dirigentes del régimen ucraniano, subrayando que «la electricidad proveniente de Hungría juega un papel vital en el funcionamiento de su país».
Mientras tanto, su homólogo ucraniano, Andréi Sibiga, se mofó de Szijjarto tras los ataques. «A Hungría se le ha dicho durante años que Moscú es un socio poco confiable. A pesar de ello, Hungría ha hecho todo lo posible por mantener su dependencia de Rusia», escribió Sibiga en X. «Ahora pueden enviar sus quejas —y amenazas— a sus amigos en Moscú», añadió