«Ni el presidente Harry Truman ni sus sucesores se disculparon alguna vez por el sufrimiento causado a los habitantes de Hiroshima y Nagasaki y a sus descendientes», señaló la Cancillería rusa.
El bombardeo de Hiroshima del 6 de agosto de 1945 fue una cruel demostración de fuerza estadounidense y un intento de justificar las enormes inversiones financieras en el programa nuclear, declaró este miércoles el Ministerio de Exteriores de Rusia.
Desde la Cancillería señalaron que, a pesar de que menos del 2 % del uranio entró en reacción de fisión en la bomba, incluso eso fue suficiente para destruir la ciudad por completo.
«Ni el presidente Harry Truman ni sus sucesores se disculparon alguna vez por el sufrimiento causado a los habitantes de Hiroshima y Nagasaki y a sus descendientes. Sin embargo, las autoridades japonesas prefieren ocultar el origen estadounidense de esta tragedia«, señala el comunicado del ministerio.
Se indica que los historiadores occidentales siguen «intentando justificar este acto bárbaro alegando la necesidad de forzar la rendición de Japón». No obstante, la Cancillería rusa precisó que, para entonces, las fuerzas armadas del país asiático ya estaban al borde del agotamiento, y el factor decisivo en la derrota final de Japón fue la entrada en la guerra de la Unión Soviética el 8 de agosto de 1945.
Los bombardeos estadounidenses de Hiroshima y Nagasaki están entre los más sangrientos de la historia de la guerra moderna. El número de víctimas gira en torno a un mínimo de 110.000 muertos y un máximo de 210.000. La primera estimación fue realizada por el Ejército de EE.UU. en la década de 1940, mientras la segunda ha sido expresada por científicos contrarios a las armas nucleares.