Washington es el mayor comprador de este producto: solo en 2024 importó 8 millones de sacos de 60 kilos del grano molido.
Brasil, el mayor productor y exportador mundial de café, se encuentra en una encrucijada comercial. Mientras su tradicional socio, EE. UU., ha impuesto un duro arancel del 50 % al producto, China comienza a consolidarse como un cliente cada vez más relevante.
En los últimos diez años, el país asiático —conocido históricamente como la nación del té— ha multiplicado su consumo de café y aumentado sus importaciones desde Brasil.
A pesar del fuerte crecimiento del consumo, las compras de café brasileño por parte de China son limitadas.
El portal G1 indica que en 2009, en China el consumo de café anual rondaba las 300.000 sacos (equivalentes a 60 kilos cada una). En la actualidad, el país asiático consume unas 5,8 millones de sacos por año, según datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), lo que lo posiciona como el sexto mayor consumidor mundial, detrás de la Unión Europea, EE. UU., Brasil, Filipinas y Japón.
Este crecimiento acelerado también impulsó las importaciones. Entre 2022 y 2023, las exportaciones brasileñas a China se triplicaron y alcanzaron un pico de 1,5 millones de sacas. Sin embargo, en 2024, las expectativas no se cumplieron y las ventas cayeron a 988.000 sacos.
Fortalecer lazos comerciales
China ha dado señales claras de que podría aumentar sus compras de café brasileño en los próximos años. El Consejo de Exportadores de Café de Brasil (Cecafé) informó que una autoridad aduanera china visitó Brasil en el primer semestre de 2025 y anunció una serie de medidas para facilitar el comercio entre ambos países, incluyendo el sector cafetalero.
Por su parte, la embajada china confirmó el registro de 183 empresas brasileñas autorizadas para operar en este comercio. Sin embargo, según Matos, estas autorizaciones no corresponden exclusivamente a empresas exportadoras, sino principalmente a almacenes y operadores logísticos en Brasil encargados de recibir, almacenar y preparar el café para su envío.
Para el sector, se trata de una señal de fortalecimiento de los lazos comerciales. «Esto nos abre la puerta a alcanzar volúmenes mayores de venta a China. Es fantástico que esté ocurriendo en este momento», explicó a G1 Marcos Matos, director de Cecafé.
Aunque las ventas al gigante asiático muestran potencial de crecimiento, aún no logran compensar la dependencia del mercado estadounidense, que sigue absorbiendo un tercio del café exportado por Brasil.
«El mercado de China no es como otros que ya están consolidados. Aún se está estructurando, por lo que es normal que no compre café con la misma regularidad que los mercados tradicionales», comentó Matos.
EE.UU. continúa como el mayor comprador del café brasileño: solo en 2024 importó 8 millones de sacos de 60 kilos de café molido.
Desde el Cecafé insisten en que la prioridad es alcanzar un acuerdo con Washington. «La principal discusión que tenemos ahora es encontrar una tarifa más baja o entrar en la lista de excepciones», señaló Matos.