Una mujer abusada por el millonario afirmó que las autoridades están tratando de «borrar» los nombres de los perpetradores.
Dos víctimas de Jeffrey Epstein cuestionaron este lunes el manejo que el Gobierno del presidente Donald Trump le ha dado al polémico caso de trata y abuso sexual, al considerar que el Departamento de Justicia está enfocado en proteger a los amigos millonarios del financista, en lugar de ocuparse de las mujeres que padecieron sus abusos, reporta New York Post, que cita dos cartas enviadas al tribunal federal de Manhattan.
«No estoy segura de que la máxima prioridad aquí sean las víctimas, la justicia para las víctimas o la lucha contra la explotación infantil. [… ]. Más bien siento que la prioridad del Departamento de Justicia y el FBI es proteger a los ‘terceros’, a los hombres ricos, centrándose en borrar sus nombres de los archivos», se afirma en una de las misivas.
En la segunda carta se critica el proceder de los agentes federales, que optaron por reunirse con Ghislaine Maxwell, socia de Epstein, condenada a 20 años de cárcel tras haber sido hallada culpable de facilitarle mujeres menores a quien también fuera su pareja. Maxwell fue trasladada a una cárcel de mínima seguridad en Texas, tras reuniones con funcionarios judiciales.
Entre la divulgación y la censura
De acuerdo con el Post, dos jueces evalúan ahora mismo la propuesta del Gobierno de divulgar las transcripciones de los testimonios prestados por miembros de la fuerza pública ante los jurados donde presentaron las acusaciones contra Epstein y Maxwell.
Por su lado, el Departamento de Justicia se comprometió a censurar los documentos para proteger a las afectadas. Pese a ello, una de las víctimas le escribió al juez de distrito de Manhattan, Richard Berman, para demandar que su abogado revise previamente cualquier censura propuesta por las autoridades.
«Ellos son quienes también conocen a las víctimas, sus nombres, sus verdades y sus historias, a diferencia del Gobierno de EE.UU., que no quiso ni quiere saber nuestra verdad. […] Preferirían pedirle información a una traficante y abusadora sexual convicta y encarcelada», sostuvo una de las víctimas, con referencia a Maxwell.
«No soy un peón»
Según esta persona, lo que ha sentido es «desdén, disgusto y miedo» por la manera en que ha abordado el Gobierno de Trump el caso Epstein. «Ojalá hubieran manejado y manejaran los ‘Expedientes Epstein’ con más respeto hacia las víctimas. No soy un peón en su guerra política«, reclamó la afectada, quien afirmó que lo que ha hecho y sigue haciendo el Gobierno la «carcome a diario» y contribuye a «perpetuar esta historia indefinidamente».
La mujer, que acusó directamente a las autoridades de proteger del escarnio al entorno de «hombres adinerados» en el que se movía Epstein, solicitó a Berman que «un tercero autorizado revise estos documentos para garantizar que no se revelen los nombres ni la imagen de las víctimas en esta publicación. Es imperativo, ante el escrutinio generado por este frenesí mediático, que las víctimas estén completamente protegidas».
Pese a las promesas de campaña de Trump de publicar todos los archivos del controvertido caso, y aunque en febrero pasado la fiscal general, Pam Bondi, se comprometiera a divulgar detalles desconocidos, ello no sucedió.
En su lugar, el FBI y el Departamento de Justicia publicaron un memorando en el que se reafirmó que Epstein se suicidó en su celda el 10 de agosto de 2019 y que no existe una «lista de clientes» que abusaran de adolescentes menores, pese a que la propia Bondi sostuvo que la tenía sobre su escritorio. Esto provocó una andanada de críticas, incluso entre los partidarios del mandatario.
Para destrabar la situación, Trump le ordenó a Bondi que solicitara la publicación del material recopilado por el gran jurado, aunque eso solo representa una fracción de la documentación que tiene el Gobierno sobre el caso.