El primer vuelo de esta aeronave innovadora y confortable, en su versión totalmente nacionalizada, está previsto para este mes, según adelantó el director general de la corporación estatal Rostec.
Considerado el modelo insignia de la industria aeronáutica civil rusa gracias a numerosas innovaciones técnicas, como el ala de material compuesto, el MS-21 cumple con éxito el ambicioso plan de sustitución de importaciones tras las sanciones occidentales y busca superar a la competencia de Boeing y Airbus en el mercado nacional.
Se trata de un avión de pasajeros ruso innovador, ya que goza de una aerodinámica avanzada y sus novedosos sistemas y motores rusos PD-14 garantizan un alto rendimiento de vuelo y bajos costos operativos. Además, su nivel de confort es superior en comparación con los modelos extranjeros de su misma categoría: ofrece un pasillo más amplio, ventanas más grandes y portaequipajes espaciosos.
Primer vuelo de la versión totalmente nacionalizada
El primer vuelo del MS-21 completamente libre de componentes extranjeros está previsto para este mes, anunció el director general de la corporación estatal Rostec, Serguéi Chémezov, durante una reunión celebrada este martes con el primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin.
«Si hablamos del MS-21, más de 70 sistemas y módulos ya son rusos, sustituidos por producción nacional. En agosto despegará un avión completamente nacionalizado», adelantó Chémezov.
El director general de Rostec precisó que hasta el momento los vuelos de prueba se han realizado con prototipos parcialmente nacionalizados.
Esto se hizo para acelerar el proceso: el ensamblaje de las aeronaves, el desarrollo y la producción de componentes y sistemas de a bordo. Además, los vuelos de prueba de los prototipos se llevan a cabo simultáneamente.
«Espero que, para finales de 2026, completemos los vuelos de certificación y comencemos la producción en serie de nuestros aviones [MS-21]», declaró.
Chémezov añadió que acaba de visitar la planta aeronáutica de Irkutsk, donde «ya hay 14 fuselajes prácticamente listos y otros nueve están en fase de ajuste».
Volando por encima de las sanciones
Además, el jefe de Rostec reveló que la fabricación de otros dos aviones de pasajeros rusos, el Superjet SJ-100 y el Il-114, también está completamente nacionalizada y la producción en serie de estas aeronaves de igual modo comenzará el año que viene.
«Por supuesto, si hablamos del MS-21, y también del Superjet, probablemente no haya ningún país en el mundo que produzca al 100 % todos los componentes para sus aviones«, destacó Chémezov.
A modo de ejemplo, recordó que tanto Boeing como Airbus «tienen en torno a nueve grandes compañías proveedoras globales que suministran componentes para sus aeronaves», mientras la industria aeronáutica rusa, en medio de las sanciones occidentales, está logrando fabricar aviones sustituyendo los componentes extranjeros por los de producción nacional.
Previamente, Chémezov señaló que «en cierto sentido» las sanciones occidentales dieron al sector aeronáutico ruso «un nuevo impulso», lo hicieron «más creativo y rápido». «Por eso lo he dicho muchas veces y lo repito: gracias por esta ventana de oportunidad», ironizó.
Nuevo estándar de confort
El MS-21-310, capaz de transportar hasta 211 pasajeros, establece un nuevo estándar de confort para aeronaves de fuselaje estrecho, a la altura del confort de los aviones de larga distancia, ya que las dimensiones de la cabina de pasaje fueron desarrolladas teniendo en cuenta el aumento progresivo en el tamaño corporal promedio de los pasajeros.
El avión tiene el diámetro de fuselaje más amplio de las aeronaves de su clase: 4,06 metros. Es 30 centímetros mayor que el fuselaje del Boeing 737 y 11 centímetros mayor que el del Airbus A320.

El pasillo entre las filas de asientos en un avión MS-21. Rostec