La decisión de imponer gravámenes elevados a productos de más de 90 economías parece estar diseñada para reducir las importaciones y revitalizar la industria estadounidense. Sin embargo, la eficacia de esta política proteccionista dependerá de la reacción de los países afectados y de los mercados, advierte el diario ‘Global Times’.
«Las consecuencias económicas probablemente resultarán mucho más complejas de lo previsto», destaca la publicación
El medio asegura que ante la política arancelaria punitiva de Washington, las economías afectadas no se resignarán pasivamente. En cambio, responderán mediante la reconfiguración de su comercio y la reorientación de la cadena de suministro, provocando que los consumidores se alejen de los productos estadounidenses.
«Los países en desarrollo afectados por los aranceles experimentarán interrupciones en las exportaciones, aumento del desempleo y reducción de los ingresos, lo que les impedirá comprar productos estadounidenses. Su comercio con EEUU se contraerá, no se expandirá», afirma el Global Times.
Excluyendo las importaciones más necesarias y las tecnologías críticas, el diario señala que muchas economías podrían optar por imponer aranceles como represalia a algunos productos y equipos estadounidenses de gama media y alta para los que existen alternativas. Esto, apuntan, crea una oportunidad de mercado donde los productos de otros países desplazarán activamente a las exportaciones estadounidenses.
«El consumidor promedio de todo el mundo probablemente desarrollará resistencia a los productos estadounidenses, especialmente a los de alto precio, y naturalmente se inclinará por alternativas más asequibles y de calidad aceptable de otros países», vaticina la publicación. «Se observarán patrones similares en los productos electrónicos de consumo, electrodomésticos, textiles, muebles y muchas otras categorías».
En ese sentido, el diario asegura que la manufactura china tendrá todavía mayores ventajas competitivas sobre EEUU.
«El sector manufacturero chino ha desarrollado importantes economías de escala y ventajas de costo en las últimas décadas, lo que le permite suministrar la mayoría de los productos del mercado medio a precios más bajos y con mayor eficiencia. Cuando las demandas del mercado cambian, los fabricantes chinos ajustan rápidamente los ritmos de producción, sincronizando pedidos, diseños, especificaciones técnicas e incluso la certificación local con clientes globales en tiempo real», concluye a nota, añadiendo que para que la industria manufacturera del gigante asiático mantenga su competitividad global, se debe acelerar la modernización estructural, fortalecer la innovación tecnológica, mejorar las capacidades de servicio y desarrollar marcas internacionales.