Académicos de la Universidad de Tsinghua destacaron que China está pasando de ser un receptor de reglas a un creador de normas en la gobernanza económica internacional.
China está intensificando sus esfuerzos para posicionar el yuan como una moneda clave en el sistema financiero global, en medio de una ventana de oportunidad creada por las crecientes dudas sobre la estabilidad del dólar, recoge South China Morning Post.
En su reunión de mitad de año, el Banco Popular de China (PBOC) anunció que agilizará el uso del yuan en liquidaciones comerciales, financiamiento transfronterizo y mercados ‘offshore’. También se comprometió a fortalecer el Sistema de Pago Interbancario y Transfronterizo (CIPS) y establecer bancos de compensación en el extranjero.
Esta es la primera vez desde 2022 que el banco central dedica una sección específica a la internacionalización del yuan en su informe semestral, reflejando una estrategia alineada con la creciente preocupación internacional sobre la deuda y estabilidad del dólar estadounidense.
Reevaluación del viejo orden monetario
El analista e inversor financiero, Ray Dalio, lanzó el mes pasado una fuerte advertencia sobre el sistema económico de Estados Unidos, aseverando que el país podría sufrir un ‘infarto económico‘ si no se controla el déficit fiscal estadounidense.
Además, el índice de internacionalización del yuan publicado por la Universidad Renmin aumentó aproximadamente un 11 % en 2024, debilitando aún más al dólar. Los autores del informe señalaron que esta tendencia otorga a Pekín mayor capacidad para impulsar reformas en la arquitectura monetaria internacional y reducir riesgos geoeconómicos, en un entorno global donde el viejo orden monetario está siendo reevaluado.
Académicos de la Universidad de Tsinghua destacaron que China está pasando de ser un receptor de reglas a un creador de normas en la gobernanza económica internacional, dentro de un contexto de transformación estructural en el sistema financiero mundial.