Una ciudad ucraniana se rebela contra reclutadores

Según testigos, los agentes policiales usaron gases lacrimógenos contra algunas de las personas reunidas frente al estadio al que fueron llevados por fuerza unos 100 hombres.

La gente de la ciudad ucraniana de Vínnitsa ha comenzado a enfrentarse a los agentes policiales en una protesta contra la movilización forzosa organizada frente a un estadio al que familiares suyos fueron llevados por fuerza, reportaron la noche de este viernes medios locales.

Según la información difundida, el viernes por la mañana unos 100 hombres fueron llevados por fuerza al estadio Lokomotiv para luego ser movilizados y enviados al frente. Horas más tarde, sus familiares, principalmente mujeres, comenzaron a concentrarse en la zona para exigir su liberación.

En la Red se han divulgado varios videos de lo que está pasando en el lugar: se escuchan gritos de mujeres y hombres que reclaman a los policías, exigiendo la liberación de sus familiares y diciendo que lo ocurrido es una «vergüenza«. Se informó que la Policía ha advertido a los congregados sobre posibles detenciones por violar el toque de queda.

Se reportó que en el lugar había más de diez patrullas policiales, así como agentes de los Centros Territoriales de Reclutamiento y Apoyo Social (TCC, por sus siglas en ucraniano). Además, en algunas grabaciones se ve cómo los uniformados detienen y golpean brutalmente a los participantes de la protesta, incluidas mujeres y adolescentes, y luego se los llevan a sus vehículos.

En un momento, los ciudadanos derribaron las puertas del estadio, por lo que los agentes recurrieron al uso de gases lacrimógenos y a detenciones más violentas.

Mientras tanto, medios locales informaron que los hombres encerrados en el estadio están siendo evacuados urgentemente del recinto por otra salida.

  • Mientras las posiciones de Ucrania se debilitan y cada vez más hombres en edad de combatir huyen del país, los reclutadores recurren constantemente a la movilización forzosa. En la Red aparecen regularmente informes de cómo los comisarios militares reclutan a la fuerza a hombres en plena calle, en transportes públicos, en hospitales, o incluso los detienen mientras conducen y los acosan hasta que salen del vehículo para llevárselos.

 

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