«Este fue un ataque masivo y deliberadamente planeado por todas las fuerzas del orden contra el sistema anticorrupción», declaró el jefe de la Fiscalía Especializada en Lucha contra la Corrupción.
La reciente ofensiva de Volodímir Zelenski contra las organizaciones ucranianas anticorrupción —la Oficina Nacional Anticorrupción (NABU) y la Fiscalía Especializada en Lucha contra la Corrupción (SAP)— se debe, en parte, a una caída significativa del interés de EE.UU. hacia estas estructuras, sostiene el director de SAP, Alexánder Klimenko, en una entrevista con The Times.
«Esta es una de las razones por las que fue posible este ataque«, afirma Klimenko, que recuerda que Estados Unidos ha sido el aliado de Kiev que más había invertido en la labor de NABU y SAP.
El 22 de julio, la Rada Suprema (Parlamento) aprobó una ley que reducía los poderes de la NABU y la SAP. Según la normativa, el fiscal general tenía la facultad de intervenir en las investigaciones: podía transferir casos a otras autoridades, cerrar pesquisas a petición de la defensa y dar instrucciones obligatorias a los detectives de la NABU y a los fiscales de la SAP.
La medida desató protestas en Kiev, Lvov, Odesa, Dnepropetrovsk y otras ciudades, lo que obligó a Zelenski a dar marcha atrás en su ofensiva contra las instituciones anticorrupción. Al anunciar un nuevo proyecto de ley, el líder del régimen ucraniano dijo que «lo más importante son las herramientas reales, la ausencia de vínculos con Rusia y la independencia de la NABU y la SAP».
Sin embargo, Klimenko estima que los intentos de políticos, funcionarios y agentes de seguridad deshonestos de silenciar a organizaciones como la suya continuarán incluso si se restableciera su independencia, como, efectivamente, ha ocurrido este jueves en el Parlamento ucraniano.
«Nadie ha cedido en sus planes de […] impedirnos trabajar eficazmente«, declaró. «La única agencia que infunde temor entre los altos funcionarios de cometer actos de corrupción es la NABU. Lo principal de nuestro trabajo es su enorme efecto preventivo», agrega.
«Un detective de la NABU ya se ha negado a investigar un caso delicado por temor a ser objeto de persecución», declara. «Los denunciantes también han suspendido su cooperación con nosotros por temor a que se filtren sus identidades», añade.
Según el funcionario, la operación contra las agencias fue elaborada en secreto por un círculo cerrado de funcionarios. «Este fue un ataque masivo y deliberadamente planeado por todas las fuerzas del orden contra el sistema anticorrupción», denuncia.
«Ni siquiera la habían leído»
«Lo principal era tomar el control de todas nuestras investigaciones para tener información sobre dónde estamos investigando, qué estamos investigando y en qué etapa nos encontramos […] para proteger a las personas de la responsabilidad penal«, señala Klimenko.
Asimismo, el jefe de SAP reveló que las agencias fueron advertidas con antelación por fuentes de que serían atacadas, pero desconocían con precisión la forma del ataque y se sorprendieron cuando el proyecto de ley que les privaba de autonomía se presentó al Parlamento. «Algunos de los diputados que votaron a favor de la legislación ni siquiera la habían leído», denuncia.
En este contexto, Klimenko insta a la Unión Europea y a otros países occidentales a intensificar su apoyo a las agencias. «Solo nuestros socios internacionales pueden presionar a nuestras autoridades«, remarca.
La NABU y la SAP han supervisado casos anticorrupción que involucran al presidente del comité antimonopolio de Ucrania, al presidente del Tribunal Supremo y a más de 70 diputados, tanto actuales como anteriores. Además, han expuesto malversaciones de fondos en el Ministerio de Defensa y el Ministerio de Política Agraria, precisa The Times.