Las inversiones de 600.000 millones de dólares dependerían del sector privado europeo, pero Bruselas no tiene autoridad para controlarlas directamente, informa Politico.
La Unión Europea «no tiene el poder» para garantizar una inversión de 600.000 millones de dólares en la economía estadounidense, según queda estipulado en el acuerdo comercial suscrito el pasado domingo por la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, y el presidente de EE.UU., Donald Trump, reporta Politico, que se remite a dos altos funcionarios de la CE.
Como parte del acuerdo —ampliamente criticado en Europa—, la UE aceptó comprar 750.000 millones de dólares en productos energéticos estadounidenses, abrir sus mercados al comercio con aranceles cero para Washington, adquirir equipamiento militar del país norteamericano e invertir 600.000 millones en la economía de EE.UU.
No obstante, según explicaron al medio altos funcionarios europeos, estas cuantiosas inversiones no provendrían de la inversión pública, sino solo del sector privado, sobre el que Bruselas no tiene control directo.
«No es algo que la UE pueda garantizar»
Una fuente señaló que la cifra de 600.000 millones de dólares de las inversiones previstas «se basa en discusiones detalladas con diferentes asociaciones empresariales y empresas para ver cuáles son sus intenciones de inversión».
Otro interlocutor del medio subrayó que «no es algo que la UE, como autoridad pública, pueda garantizar». «Es algo que se basa en las intenciones de las empresas privadas«, reiteró, en referencia a las inversiones prometidas por Bruselas a Trump.
Nils Redeker, subdirector del centro de estudios Jacques Delors Centre, considerado como «una de las voces más destacadas en política industrial europea», ve con escepticismo la idea de que se pueda confiar en el sector privado para proporcionar ese nivel de inversión.
«Esta parte del acuerdo es, en gran medida, performativa», dijo al medio el experto, que destacó que en la UE «nadie puede decirles a las empresas privadas cuánto invierten en EE.UU.»
- Aunque tanto Trump como Von der Leyen calificaron su pacto comercial de «gran acuerdo» para ambas partes, medios, políticos y empresarios europeos han criticado el pacto, entre otras cosas porque durante más de dos décadas los productos europeos exportados a EE.UU. pagaban aranceles de alrededor del 2 % y ahora estarán gravados por el 15 %, mientras los productos estadounidenses quedarán exentos de aranceles en su totalidad.