La independencia de la agencia anticorrupción NABU y sus investigaciones contra altos cargos en ejercicio ucranianos provocaron el descontento de las autoridades en Kiev.
Gracias a su independencia, la Oficina Nacional Anticorrupción (NABU, por sus siglas en ucraniano) pudo realizar investigaciones, lo que provocó el descontento de las autoridades ucranianas, «acostumbradas a actuar con impunidad», reporta este sábado The Wall Street Journal.
Al comentar las protestas en Ucrania, provocadas por las acciones restrictivas del líder de Kiev, Vladímir Zelenski, contra la agencia, el diario indica que la NABU se convirtió en el campo de batalla entre aquellos que quieren lograr «un entorno político y económico competitivo» y «una vieja guardia corrupta empeñada en preservar sus esquemas de enriquecimiento ilícito».
De acuerdo con el periódico, la independencia del organismo le permitió «hacer grandes cambios», pero, al mismo tiempo, lo metió en un conflicto con el Gobierno, que «está acostumbrado a actuar con impunidad«.
La ofensiva de Zelenski contra las agencias anticorrupción
Este martes, Zelenski firmó una ley para poner fin a la independencia de la NABU, un organismo respaldado por EE.UU., y de la Fiscalía Especializada en Lucha contra la Corrupción (SAP), subordinándolas al fiscal general de Ucrania, que está designado por la Presidencia del país.
La medida provocó protestas en Kiev, Lvov, Odesa, Dniepropetrovsk y otras ciudades.
Posteriormente, la presión obligó a Zelenski a retroceder en su ofensiva contra las agencias anticorrupción. Al anunciar el jueves un nuevo proyecto de ley, el jefe del régimen ucraniano dijo que «lo más importante son las herramientas reales, la ausencia de vínculos con Rusia y la independencia de la NABU y la SAP».