La Comisión Europea “suele imponer una condicionalidad en el pago de las asignaciones financieras, lo que le da la posibilidad de imponer sanciones financieras a aquellos países o gobiernos que no simpatizan políticamente con la Comisión”, explicó Peter Szijjarto a Sputnik.
El ministro de Asuntos Exteriores húngaro añadió que Hungría se encuentra actualmente bajo «sanciones financieras» simplemente porque se adhiere a una estrategia política muy patriótica y conservadora basada en intereses nacionales.
«La presión de Bruselas ha estado presente desde que asumimos el cargo, allá por 2010… Para Bruselas ha quedado muy claro que no formamos parte de la corriente liberal dominante. No actuamos según los intereses de Bruselas. Actuamos según los intereses de nuestra propia nación, de nuestro propio país», concluyó.