Zajárova: Ataques terroristas selectivos contra civiles es la práctica en curso de Kiev

Solo en la última semana, los bombardeos y ataques con drones ucranianos dejaron en Rusia 120 heridos y 7 muertos, denunció la diplomática.

Los ataques con drones ucranianos contra civiles en la región de Krasnodar y otras provincias de Rusia constituyen actos terroristas selectivos del régimen de Kiev, denunció la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova. Durante una rueda de prensa, la diplomática enfatizó que estos crímenes carecen de justificación militar alguna.

«No se trata de ataques contra las fuerzas armadas, ni de ataques contra militares ni de acciones contra la tecnología militar. Se trata de un ataque terrorista selectivo contra civiles»

La vocera destacó que, durante la última semana, 120 personas, entre ellas 11 menores, resultaron heridas por los bombardeos y los ataques de drones ucranianos, y otras siete personas murieron. «Se elige ‘a priori’ a personas desarmadas que se dedican a sus quehaceres cotidianos», señaló, subrayando que «todo esto será castigado».

Además, criticó duramente la reunión celebrada el 21 de julio por el Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania (UDCG) en el formato Ramstein, en la que Londres confirmó su disposición a cumplir el plan de financiación de los suministros de armas de la OTAN a Ucrania, impulsado por el presidente de EE.UU., Donald Trump.

La diplomática denunció el doble rasero de los participantes en el encuentro, subrayando que, al inundar Ucrania de armas y exigir al mismo tiempo un endurecimiento de la ya de por sí cruel movilización, han convertido a Zelenski en un instrumento en sus manos y «están llevando a cabo el genocidio del pueblo ucraniano a través de ese hombre (si es que todavía se le puede llamar hombre) al que llevaron a Bánkovaya [la calle de la Oficina presidencial]».

Zajárova subrayó que el colosal gasto bélico podía tener una alternativa clara: «podría haber convertido a Ucrania en un Estado verdaderamente próspero». «Pero no, el destino de Ucrania era otro: no convertirse en objeto de la ayuda occidental, de las inversiones occidentales, sino en un instrumento en sus manos. Occidente no escatima dinero para ello», concluyó.

 

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