La directora general de la organización lamentó la decisión de Donald Trump, pero indicó que «ese anuncio era previsible».
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) promueve una agenda incompatible con la política de ‘America First’ (‘EE.UU. primero’) y alimenta la retórica anti-Israel al haber admitido en 2011 a Palestina como su miembro de pleno derecho, explicó este martes la portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Tammy Bruce, la retirada del país norteamericano del organismo.
«La Unesco trabaja para promover causas sociales y culturales divisivas y mantiene un enfoque desmesurado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, una agenda globalista e ideológica para el desarrollo internacional que entra en conflicto con nuestra política exterior ‘America First'», afirmó durante una conferencia de prensa. «La decisión de la Unesco de admitir al ‘Estado de Palestina’ como Estado miembro es muy problemática, contraria a la política de Estados Unidos y contribuyó a la proliferación de la retórica antiisraelí dentro de la organización», sostuvo.
La vocera indicó que Washington ya ha informado a la directora general del organismo sobre su decisión de retirarse a partir del 31 de diciembre de 2026, ya que «la participación continuada en la Unesco no redunda en el interés nacional de EE.UU.». Asimismo, señaló que la participación continuada del país en las organizaciones internacionales se centrará en «promover los intereses estadounidenses con claridad y convicción», basándose en una orden ejecutiva del presidente Donald Trump.
Previamente, la portavoz adjunta de la Casa Blanca, Anna Kelly, había confirmado que el mandatario había decidido la salida de la Unesco. El anuncio se produjo después de que Trump ordenara una revisión de 90 días de los estatutos de la organización, argumentando que promueve una agenda ‘woke’ y muestra posturas antiestadounidenses y anti-Israel.
Anuncio previsible
Por su parte, la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, lamentó profundamente la decisión de Trump, destacando que la medida «contradice los principios fundamentales del multilateralismo» y puede afectar a numerosos socios de la organización en EE.UU., entre ellos las comunidades que solicitan la inscripción de sitios en la Lista del Patrimonio Mundial, la condición de Ciudad Creativa y cátedras universitarias.
Al mismo tiempo, Azoulay apuntó que «ese anuncio era previsible» y «la Unesco se ha preparado para ello«, detallando que, en los últimos años, el organismo ha emprendido importantes reformas estructurales y diversificado su fuentes de financiación.
«Gracias a los esfuerzos realizados por la organización desde 2018, se ha compensado la tendencia a la baja de la contribución financiera de EE.UU., que ahora representa el 8 % del presupuesto total de la organización, frente al 40 % de algunas entidades de las Naciones Unidas; al mismo tiempo, el presupuesto global de la Unesco ha aumentado de forma constante», indicó.
En cuanto a las acusaciones por parte de Washington de mantener una postura anti-Israel, la alta funcionaria enfatizó que «estas afirmaciones también contradicen la realidad de los esfuerzos de la Unesco, particularmente en el campo de la educación sobre el Holocausto y la lucha contra el antisemitismo«.
- EE.UU. abandonó por primera vez la Unesco en 1984 bajo la presidencia de Ronald Reagan y no volvió a incorporarse hasta dos décadas después. 14 años después de su reincorporación, la primera Administración Trump anunció en 2017 su retirada de la organización, pero la decisión fue revocada bajo la presidencia de Joe Biden en 2023,