El ‘tarifazo’ de Trump golpea a los productores de café en Brasil

El país suramericano es el principal productor y exportador mundial del rubro.

Los pequeños productores de café en Brasil viven horas de incertidumbre tras la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de imponer un arancel de 50 % a las mercancías del país suramericano.

«Teníamos grandes expectativas hasta hace aproximadamente un mes, quince días, de tener un buen precio y una buena cosecha de café. Y de repente, de la nada, explotó una bomba y nos quedamos sin saber con quién hablar», relató José Natal da Silva, productor de café de Varre-Sai, en el estado de Río de Janeiro, a periodistas de Africanews y AP.

Esta percepción coincide con lo apuntado por el Centro de Estudios Avanzados en Economía Aplicada (Cepea) de la Escuela Superior de Agricultura Luiz de Queiroz, adscrita a la Universidad de São Paulo, que luego del anuncio de Trump advirtió que el alza en los costos de exportación podría poner en jaque toda la cadena interna del rubro, incluyendo la industria torrefactora, las cafeterías y los comercios minoristas, refiere Agência Brasil.

«Excluir el café del paquete arancelario es deseable y estratégico para la sostenibilidad de la caficultura brasileña y la estabilidad de la cadena de suministros estadounidense», valoró Renato Ribeiro, investigador adscrito al Cepea.

Así, las fluctuaciones en los precios, junto con la inestabilidad externa derivada de los aranceles, han forzado a los productores a vender volúmenes mínimos en aras de mantener su flujo de caja, al tiempo que las negociaciones con el Gobierno han quedado en suspenso, a la espera de que se aclare el panorama de las tarifas arancelarias.

La incertidumbre también obligó a los caficultores a prescindir de mano de obra contratada para la cosecha y frenar el volumen de las exportaciones, pues ahora mismo no hay garantías de que su producto pueda llegar a EE.UU., que de acuerdo con cifras oficiales obtiene de Brasil cerca de 30 % del café que demanda su mercado interno, el más grande del mundo.

Fernanda Marçola, una de las productoras afectadas, aseguró que esta situación los ha puesto al filo de la precariedad, pues no pueden comprar lo que necesitan para seguir produciendo y tampoco para satisfacer las necesidades de sus familias. «Todo esto nos deja con el corazón en la mano. Aún no sabemos qué nos puede deparar el futuro», manifestó.

Incertidumbre

Brasil es el principal productor y exportador de café a nivel mundial. Por ello, el arancel anunciado por Trump hizo que la variedad arábiga, que es la que se produce en el país suramericano, subiera de precio en 3 % en la siguiente jornada. Entonces se dijo que si bien eso afectaría al mercado interno brasileño, también impactaría a los consumidores estadounidenses.

Asimismo, se reportan niveles bajos en las existencias de café, lo que podría significar que el arancel impuesto a Brasil impulse los precios minoristas e impacte significativamente en toda la industria.

De otra parte, el panorama definitivo estará condicionado al resultado de las negociaciones entre Washington y Brasilia, que transcurren en medio de permanentes tensiones. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha reiterado que insistirá en las vías diplomáticas, pero también ha advertido que si los intercambios fracasan, está dispuesto a imponer aranceles recíprocos a los productos estadounidenses.

No está claro si los intercambios arrojarán algún fruto antes del 1 de agosto, cuando está previsto que entren en vigor los aranceles, o si habrá una prórroga. Mientras, las autoridades brasileñas organizaron la semana previa reuniones con productores de diversos rubros, entre los que no figuró el café, para discutir una estrategia general que les permita hacer frente a la política comercial de la Casa Blanca.

 

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