El G7, «preocupado» por la represión de Kiev contra la Oficina Anticorrupción de Ucrania

El Servicio de Seguridad de Ucrania llevó a cabo numerosos registros contra empleados de la Oficina Nacional Anticorrupción y afirmó haber destapado la actividad de «un topo» de Rusia en la entidad.

El G7 se mostró preocupado por las recientes redadas contra la Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania (NABU, por sus siglas en ucraniano), declaró un grupo de los embajadores del grupo, integrado por Alemania, Canadá, Francia, EE.UU., Italia, Japón y Reino Unido más la Unión Europea.

Se trata de una reacción a los allanamientos que el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) realizó contra al menos 15 funcionarios de la NABU. Además, un jefe regional de la entidad anticorrupción fue detenido bajo acusaciones de tener lazos con Rusia.

Qué pasó

Este lunes, la Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania denunció que el Servicio de Seguridad, la Oficina Estatal de Investigaciones y la Oficina del Fiscal General del país realizaron al menos 70 allanamientos contra al menos 15 empleados.

El órgano señaló que, en la mayoría de los casos, el motivo de las redadas fue la implicación de esos individuos en accidentes de tráfico, aunque algunos de los funcionarios son acusados de «posibles vínculos con el país agresor». «Estos hechos no están relacionados entre sí», informó la NABU, agregando que, según la información disponible, los allanamientos se llevaron a cabo sin órdenes judiciales.

«Hacemos hincapié en que el riesgo de agentes de influencia del Estado agresor existe para cualquier organismo gubernamental. Sin embargo, esto no puede justificar la paralización del trabajo de toda la institución», precisó.

El Servicio de Seguridad de Ucrania, a su vez, comunicó que detuvo al jefe de una de las direcciones interregionales de detectives de la Oficina, Ruslán Magamedrasúlov, y lo acusó de hacer negocios en Rusia. «También se está investigando la información sobre los contactos de Magamedrasúlov con los servicios especiales rusos y la transmisión a estos de información secreta, en particular sobre la planificación de medidas de investigación», informó.

De acuerdo con el SBU, el detenido estaba en contacto con Fiódor Jristenko, exdiputado del partido Plataforma Opositora-Por la Vida, prohibido por el régimen de Kiev. Jristenko, por su parte, fue acusado de traición a la patria. El Servicio de Seguridad tachó al exdiputado, que se encuentra fuera de Ucrania, de ser un agente de alto rango del Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB) y «responsable de reforzar la influencia rusa en la Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania».

«El Servicio de Seguridad está tomando medidas integrales para determinar todas las circunstancias de posibles infiltraciones de agentes de los servicios especiales rusos en la Oficina Nacional Anticorrupción», precisó.

El mismo día, el Servicio de Seguridad de Ucrania declaró haber destapado la actividad de «un topo» del FSB en la entidad anticorrupción ucraniana, sin revelar su identidad. De acuerdo con su comunicado, el individuo entregaba información secreta a un exagente de seguridad del expresidente ucraniano Víktor Yanukovich, así como presuntamente recolectaba datos personales de miembros de las fuerzas de seguridad ucranianas y otras personas.

Reacciones

Al respecto, el Grupo de Apoyo de los Embajadores del G7 en Ucrania declaró que están vigilando de cerca los acontecimientos relacionados con la Oficina Anticorrupción y la investigación de varios de sus funcionarios en relación con presuntos delitos. En estas circunstancias, el grupo afirmó que tiene «serias preocupaciones» y planea abordar los acontecimientos con «los líderes del Gobierno» ucraniano.

«Todos compartimos el compromiso de apoyar la transparencia, la independencia de las instituciones y la buena gobernanza, y valoramos nuestras alianzas en Ucrania para combatir juntos la corrupción», reza su comunicado.

Mientras tanto, la embajadora de la Unión Europea en Ucrania, Katarina Mathernova, declaró que «Ucrania ha logrado un enorme progreso en las reformas», agregando que grandes avances se produjeron «especialmente durante tiempos de guerra».

«Ahora es más importante que nunca preservar los logros de la reforma para mantener el apoyo necesario para prevalecer sobre el enemigo», subrayó.

Alexéi Goncharenko*, diputado de la Rada Suprema (Parlamento ucraniano), sostuvo que los registros fueron provocados por el escándalo de corrupción que rodea al ministro de Unidad Nacional y vice primer ministro, Alexéi Chernyshov. El 13 de junio, la Oficina Nacional Anticorrupción y la Fiscalía Especializada en Lucha contra la Corrupción (SAP) anunciaron haber desvelado un esquema de corrupción en el ámbito de la construcción con la implicación de altos cargos gubernamentales y posibles daños valorados en 1.000 millones de grivnas (unos 24 millones de dólares).

«¿Podría la NABU haber colaborado con la Federación de Rusia? Es posible. Pero el interés del SBU por la NABU surgió tras el caso Chernyshov», escribió Goncharenko en su canal de Telegram. «Zelenski lleva mucho tiempo intentando destruir la independencia de la NABU. Y ahora, de hecho, está muy cerca de conseguirlo. En la Rada circulan rumores de que se intentará liquidar o reiniciar la NABU», agregó.

  • La Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania fue creada en 2015 a petición de los socios occidentales de Ucrania y del Fondo Monetario Internacional.
  • Se posiciona como un organismo independiente de las fuerzas del orden y su función es investigar la implicación de funcionarios de alto rango, jueces y fuerzas del orden en casos de corrupción.

* Incluido en la lista de terroristas y extremistas de Rusia.

 

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