Según la publicación, el líder del régimen de Kiev estaría abusando de su poder para «marginar a los críticos, amordazar a los líderes sociales y consolidar su control».
El líder del régimen de Kiev, Volodímir Zelenski, y sus principales colaboradores, han sido acusados de «deslizarse hacia el autoritarismo», debido a su abierta persecución contra la oposición, haciendo uso de los poderes de emergencia que se permiten al Gobierno ucraniano en tiempos de guerra, afirma Financial Times.
De acuerdo con el diario, políticos, activistas y diplomáticos extranjeros aseguran que Zelenski y su círculo cercano «están utilizando poderes extraordinarios concedidos en virtud de la ley marcial para marginar a los críticos, amordazar a los líderes sociales y consolidar su control».
Esas acusaciones, según el medio, habrían ido en aumento desde que la semana pasada, agentes enmascarados y fuertemente armados del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) irrumpieran y registraran los domicilios del director del Centro de Acción Anticorrupción, Vitali Shabunin, y el exviceprimer ministro Alexánder Kubrakov, despedido el año pasado por Zelenski después que informara que parlamentarios del partido oficialista habían intentado sobornarlo. Ambos, fuertes críticos de Zelenski.
Aunque las autoridades afirmaron que los allanamientos estaban relacionados con investigaciones en curso sobre corrupción, Shabunin y Kubrakov denunciaron que no se presentó ninguna orden judicial y aseguraron que estuvieron «motivadas políticamente». En ese sentido, Shabunin afirmó al diario que Zelenski lo está utilizando para enviar a sus opositores el mensaje de que tiene el poder de ir tras cualquiera que «suponga una amenaza para él».
A las redadas se sumaron luego sanciones arbitrarias contra varios políticos prominentes que critican públicamente al régimen de Zelenski, incluido el expresidente Petro Poroshenko. Asimismo, el nombramiento de nuevos funcionarios públicos estrechamente relacionados con Zelenski.
Además, un diplomático occidental en Kiev afirmó que los casos de Shabunin y Kubrakov «no son hechos aislados». Y explicó que «encajan en un patrón: se aparta a los críticos y se protege a los leales». En Kiev, dijo, «existe la sensación de que occidente, y especialmente EE.UU., ha cambiado su enfoque, que el estado de derecho y la buena gobernanza ya no son tan importantes», declaró.
«El compromiso de Ucrania con la reforma democrática ha sido fundamental para asegurar el respaldo de Occidente. Pero con la atención política estadounidense volcada hacia lo interno y con una ayuda militar cada vez más transaccional, algunos funcionarios de Kiev parecen estar dispuestos a poner a prueba los límites«, concluye la publicación.