Rusia presenta pruebas «irrefutables» del uso por Kiev de agentes prohibidos

Según datos obtenidos por Rusia, se trata de agentes químicos como cloroacetofenona y gas CS, así como sustancias tóxicas como QNB, cloruro de cianógeno y ácido cianhídrico, entre otros.

En el curso de la operación militar especial, se han registrado más de 500 casos de uso por parte del régimen de Kiev de agentes químicos antidisturbios, así como de sustancias tóxicas psicotrópicas y de acción tóxica general, según un informe presentado este jueves por el mayor general Alexéi Rtíschev, jefe de las Tropas de Defensa Radiológica, Química y Biológica de las Fuerzas Armadas de Rusia.

Los datos obtenidos proporcionan «pruebas irrefutables» de que el régimen de Kiev y sus socios occidentales han violado la Convención sobre la Prohibición de las Armas Químicas. De acuerdo con esta información, se trata de agentes químicos como cloroacetofenona y gas CS, así como sustancias tóxicas como QNB, cloruro de cianógeno y ácido cianhídrico, entre otros.

«Desde principios de 2025, las Fuerzas Armadas de Ucrania, utilizando regularmente vehículos aéreos no tripulados de tipo cuadricóptero, han estado lanzando contenedores con sustancias de gas CS y municiones improvisadas con cloropicrina sobre las posiciones de las FF.AA. rusas», reza el reporte, en el que se precisa que tales hechos se han observado en las provincias de Bélgorod y Járkov.

«El último caso se registró el 8 de julio de 2025, en la zona de la localidad de Ivánovka de la República Popular de Donetsk, donde nacionalistas ucranianos lanzaron desde un dron una munición cargada con una mezcla de cloropicrina y cloroacetofenona«, agregaron.

«Bárbara táctica»

Asimismo, Rtíschev subrayó que, con el apoyo de supervisores occidentales, el régimen de Kiev no ha renunciado a la aplicación de «la bárbara táctica» de guerra del «cinturón químico«, desarrollada hace tiempo, que consiste en colocar y detonar contenedores con productos químicos tóxicos en las zonas de combate de las tropas rusas. «Los materiales recibidos evidencian la preparación de otra provocación según este escenario», advirtieron.

Además, se añadió que los militares ucranianos colocaron equipos de antenas y mástiles en un gran punto de distribución de amoníaco, que es un objeto de peligro de primera clase, y si es alcanzado por un ataque, es posible una liberación de más de 500 toneladas de amoníaco líquido al medio ambiente. «Se espera que posteriormente se acuse a nuestro país de provocar deliberadamente un desastre tecnológico», manifestó Rtíschev, recordando que el uso con fines militares de un objeto de alto riesgo es una violación de las normas del derecho internacional humanitario.

Escondites con sustancias tóxicas

En la misma línea, resaltó que, desde el inicio de la operación especial de Rusia, se han hallado varias decenas de escondites con sustancias tóxicas y municiones químicas artesanales.

Así, en 2024, en la zona de la estratégica ciudad de Avdéyevka, en Donbass, se descubrió un laboratorio químico destinado a la producción de sustancias tóxicas de acción general, incluso a base de ácido cianhídrico. De igual modo, en mayo de este año, los agentes del Servicio Federal de Seguridad y el Ministerio de Defensa hallaron cerca del pueblo de Ilinka, en la República Popular de Donetsk (Rusia), otro escondite de las FF.AA. ucranianas que contenía artefactos improvisados diseñados para ser lanzados desde drones, equipados con explosivos y tubos de ensayo con líquido tóxico.

«El análisis del contenido de los frascos, realizado por un laboratorio químico-analítico acreditado por la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) en plena conformidad con las normas del organismo, reveló la presencia de cloropicrina, una sustancia incluida en la Lista 3 de la Convención sobre la Prohibición de las Armas Químicas», resaltaron.

Hipocresía de la OPAQ

Si bien Rusia se ha puesto en contacto con la OPAQ varias veces y le ha proporcionado todas las pruebas para que le prestara asistencia técnica en la investigación de los crímenes de Kiev, el organismo no ha respondido a tales peticiones, al tiempo que la parte ucraniana ha recibido y sigue recibiendo asistencia inmediata de todas las estructuras de la OPAQ.

«Esto habla del sesgo impuesto por Occidente y la OPAQ y de la política de proteccionismo hacia un Estado concreto, lo que no se corresponde con el estatuto y los principios básicos de funcionamiento de una organización internacional», denunció Rtíschev, agregando que Occidente utiliza a la OPAQ como una herramienta de presión política sobre Moscú sin tener en cuenta «hechos objetivos».

 

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